Gerd Müller llegó a la Copa del Mundo 1970 en silencio. Aunque era muy reconocido en su país, fuera de Alemania Federal no había grandes referencias a su juego. Había sido goleador de la Bundesliga en 1967, 1969 y 1970 y máximo artillero de Bayern Münich todos los años desde su debut en primera división, en 1964. A pesar de estos buenos antecedentes, fue en México donde dio el gran salto de su carrera.
Con sus 1,76 metros de altura y sus 80 kilos, el Torpedo era el típico centrodelantero alemán: potente, fuerte y con gran cabezazo. Un verdadero "Panzer". Después del escándalo de la final del 66, Helmut Schöen decidió apostar a una renovación en el combinado nacional y Müller fue una de las piezas principales de este nuevo grupo. Hizo dupla ofensiva con el experimentado Uwe Seeler y con Hannes Löhr, mientras que Wolfgang Overath y Franz Beckenbauer se movían un poco más atrás. Müller era el principal responsable de terminar las jugadas y cumplió a la perfección con su tarea.
El Seleccionado teutón debutó con un sufrido triunfo 2-1 sobre Marruecos, que se puso en ventaja en el primer tiempo. En la segunda parte Seeler igualó a los 11 minutos y Müller anotó su primer tanto mundialista a los 35. Luego llegó el primer gran festival del crack de Bayern, quien marcó un triplete en la goleada 5-2 contra Bulgaria.
En el cierre de la primera ronda, Gerd Müller fue demasiado para la defensa de Perú. El centrodelantero alemán volvió a convertir en tres ocasiones y su equipo ganó por 3-1. Siete goles en tres encuentros era una marca de otros tiempos. Los especialistas tuvieron que desempolvar viejos archivos para buscar algo similar a lo realizado por el ídolo teutón en México. No encontraron.
En cuartos de final el adversario fue Inglaterra, campeón reinante. En ese partido, Alemania Federal se tomó revancha de lo sucedido en la Copa anterior, en la que los ingleses ganaron en la gran final. Gracias a un gol de Müller en el tiempo suplementario, la Nationalmaanschaft ganó 3-2 y se clasificó para las semifinales.
En las semis, Müller fue protagonista del "Partido del siglo". Alemania Federal e Italia jugaron un encuentro extraordinario, en el que la emoción y el buen juego se llevaron todos los aplausos. A los ocho minutos de juego la Azzurra se puso en ventaja y así se mantuvo el resultado hasta que Karl-Heinz Schnellinger empató en el último minuto del tiempo regular. En la prórroga se vio lo mejor del Torpedo, quien marcó dos goles que no le alcanzaron a su equipo para ganar, porque Gianni Rivera puso el 4-3 a diez minutos del final.
Entonces, el combinado alemán debió jugar por el tercer puesto ante Uruguay, equipo al que derrotó gracias a un gol de Overath. Aunque Müller participó de dicho juego, no tuvo una actuación destacada y su cantidad de goles anotados quedó en diez, una cifra que se cuela entre las mejores de todos los tiempos.
Cuatro años más tarde, convirtió cuatro goles en el Mundial que Alemania ganó como local y llegó a 14, que durante décadas fue la mejor marca mundialista de la historia. Recién en 2006 Ronaldo la superó. Müller fue dueño de varios récords europeos, sólo superados por cracks como el prompio Ronaldo, Messi y Cristiano. Un crack legendario.