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Croacia dominó a Países Bajos pero debió sufrir para ser finalista de la UEFA Nations League

Croacia dominó este miércoles al local Países Bajos incluso cuando estuvo abajo en el marcador pero debió sufrir más de la cuenta y trabajar horas extras para quedarse con el triunfo 4-2 que lo metió en la gran final de la UEFA Nations League.

La pelota fue propiedad del equipo balcánico durante todo el encuentro. Su rival le cedió la posesión y afrontó el juego con dos ideas principales en la fase ofensiva: el contraataque y la presión alta cuando Croacia intentaba salir jugando desde abajo, casi una obsesión de los dirigidos por Zlatko Dalić.

Croacia tuvo los primeros acercamientos, pero sin generar demasiado peligro. El anfitrión, en cambio, parecía acertar en una de sus nociones: la del contraataque.

A los 31, Teun Koopmeiners quedó mano a mano con el arquero croata ingresando por el sector izquierdo del área en una muy buena contra, que constó de apenas tres pases. Definió por arriba del travesaño.

Pero sería su otro argumento ofensivo, la presión alta, el que le daría la apertura del marcador. La robó en el sector izquierdo y, tras una jugada rápida hacia el centro del área, apareció solo Donyell Malen, que definió cruzado, algo mordido, pero inatajable: la pelota pegó en la parte lateral de la red del arco.

Parecía mucho premio para Países Bajos, que terminaba la primera mitad en ventaja.

Croacia reaccionó con lo único que le faltaba a su dominio: mayor peligrosidad en ofensiva.

Atacando el callejón izquierdo, comenzó a preocupar a los de Ronald Koeman.

Pero le faltaba algo más.

Y ese algo más fue, como casi siempre, Luka Modric.

El pequeño genio se aprovechó de la inocencia de Gapko en una jugada que parecía terminada. Le robó a pura velocidad la pelota dentro del área local y luego, apenas sintió el atolondrado agarrón, se tiró. Penal.

A los 54 minutos, Kramaric lo transformó en gol.

Países Bajos sintió el golpe y en los siguientes pasajes resignó toda voluntad ofensiva.

Lo aprovecharon los balcánicos, que a los 72 terminaron concretando en el arco rival el dominio que exhibían en el juego. Con su oponente encerrado en propia área, un buen centro de Luka Ivanucec fue muy bien aprovechado por Mario Pasalic, que definió de primera casi desde el punto del penal para dar vuelta el resultado.

Obligado por el score y por su público, Países Bajos se volcó al ataque en los últimos minutos.

Croacia se refugió demasiado en su área y parecía que el plan le salía bien hasta que, a los 95 minutos, Noa Lang aprovechó una segunda pelota dentro del área rival para equilibrar el tanteador y forzar el tiempo suplementario.

Apenas comenzado el alargue, la defensa de Países Bajos dejó avanzar a un Bruno Petkovic que entraba con pelota dominada desde la izquierda hacia el centro.

El delantero vio la oportunidad y sacó un gran disparo, pegado al palo derecho de un Justin Bijlow que nada pudo hacer para evitar el gol.

Croacia no quiso cometer en el tiempo suplementario el mismo error del final de los 90 y por eso continuó atacando. Con pericia.

Primero el travesaño le dijo que no y, en la siguiente, el equipo de Dalic generó el penal que sentenció la semifinal: ejecutó Modric y no falló.