<
>

El Real Madrid 'joven' quedó a deber en amistoso ante PSG

MADRID -- El estreno del Real Madrid de cara a la próxima campaña se saldó con una derrota por 1-3 ante el Paris Saint-Germain y que dejó un sin fin de dudas, no tanto en el juego del equipo, pero sí en la preparación de los eventuales suplentes que servirán de recambio para los partidos de menor exigencia y quienes dejaron mucho que desear.

Zidane tuvo que jugársela con un equipo parchado, conformado en su mayoría por jóvenes. De los llamados indiscutibles sólo participaron Casemiro y Marcelo.

Y el Madrid ‘joven’ dejó mucho que desear. Fue un partido deslucido, propio de la época estival, en que el equipo merengue se vio ampliamente superado por los dirigidos por Unai Emery.

No fue propiamente un duro golpe, pues es el primer amistoso de verano y el Madrid apenas acaba de concluir la fase de preparación física y a Zidane le falta medio equipo. Sin embargo, haber recibido tres tantos con cuatro hombres experimentados y que llevan años jugando juntos en la defensa, podría ser un motivo e preocupación.

No había mucho de dónde escoger para Zinedine Zidane para intentar remontar un 3-1 en contra al medio tiempo, por lo que tuvo que hacer uso de los canteranos que viajaron a Canadá y Estados Unidos para completar el grupo.

Y es que cuatro de sus indiscutibles siguen de vacaciones, Cristiano Ronaldo (lesionado), Gareth Bale, Toni Kroos y Pepe, que no se integrarán al equipo hasta que concluya la gira por Norteamérica, luego de disputar la Eurocopa.

Keylor Navas, arquero titular, aún no está listo para jugar tras ser intervenido el mes pasado por un problema en el tendón de Aquiles; mientras que Karim Benzema ha sufrido algunas molestias musculares durante la pretemporada y se quedó en la banca.

Otros tres, Sergio Ramos, James Rodríguez y Luka Modric, apenas se integraron al trabajo de pretemporada y es probable que no vean acción hasta el último partido de la International Championship Cup ante el Bayern Munich, el próximo 4 de agosto.

Los jóvenes tardaron en conjuntarse y la defensa, ese gran problema crónico del Real Madrid, dio motivos de preocupación. Sin los centrales titulares, fueron Raphael Varane y Nacho los encargados de proteger a Kiko Casilla.

Pero ambos parecían desconectados y los laterales, Marcelo y Danilo, demasiado lentos. Los cuatro llegaron tarde a cada jugada de gol de los hombres de Unai Emery, en especial Marcelo, si bien se reivindicó al marcar el penal con el que Madrid descontó al final de la primera parte.

Y si la defensa tuvo problemas para entenderse, la media, sin Kroos y Modric, no tenía pies ni cabeza. Zidane decidió jugar con un parado tradicional 4-4-2, con Casemiro y Kovacic por el centro mientras Isco y Lucas Vázquez tomaron las bandas.

El mediocampista brasileño, en su línea, intentó mantener a flote al Madrid y dificultar el avance del PSG, aunque se vio desbordado. Kovacic y Vázquez lucieron poco mientras Isco partía bien de segunda línea para intentar el remate o surtir a Morata y Jesé, que lideraban el ataque.

Resultado: apenas un par de detalles de calidad de Isco (autor de los únicos dos disparos al arco del Madrid en toda la primera mitad) y un par de desmarques interesantes de Morata.

Jesé debía convencer de su valía –insiste en quedarse aunque tiene pie y medio fuera–, pero desaprovechó su oportunidad. Apenas se le vio entrar en acción.

Al final, Zidane acabó recurriendo a ‘su Castilla’; cambió a los once, hasta al portero, dando oportunidad a Yáñez, Enzo, Mariano, Llorente, Lienhart, y compañía. Hasta Martin Odegaard, que probablemente se irá cedido a un equipo de la Bundesliga en cuanto acabe la gira, entró en juego al lado de Marco Asensio en ataque.

Pero no mejoró gran cosa, apenas rescatable un disparo en 45 minutos, el de Mariano, y la puesta en escena de Asensio, que amenaza con poner pelea por un puesto.

De suerte para el Madrid, Edinson Cavani estuvo bastante desatinado (hasta cinco disparos desviados en 70 minutos) o la abismal diferencia entre un equipo que ya tiene horas de vuelo y empieza a verse trabajado y otro que va despertando se habría reflejado con mayor contundencia en el marcador.

Zidane tiene aún mucho trabajo que hacer y poco tiempo antes de que su equipo tenga que disputar la Supercopa de Europa el próximo 9 de agosto.