La liga de fútbol profesional de Japón se reanudará dentro de un mes con partidos entre los equipos más próximos geográficamente y posteriormente se ampliará a otras zonas, entre otras medidas de seguridad para prevenir contagios de COVID-19, según anunciaron hoy sus organizadores.
La J-League dio a conocer este viernes nuevas medidas previstas para la vuelta a la competición el próximo 4 de julio, tras cuatro meses de suspensión por la pandemia de coronavirus.
Los 18 equipos de la primera categoría (J1) se dividirán en dos grupos por áreas geográficas, este y oeste, y en un primer momento se disputarán encuentros únicamente entre los equipos más cercanos, según anunció el presidente de la J-League, Mitsuru Murai, en una rueda de prensa virtual este viernes.
Posteriormente se disputarán emparejamientos entre equipos de ambas áreas, aunque siempre "según evolucione la situación" del coronavirus, según Murai, quien también dijo que el nuevo calendario aún está por concretarse y se anunciará probablemente el próximo día 15.
El objetivo de decisión es reducir los desplazamientos de los planteles de los clubes y todo el personal que les acompaña, limitando así el riesgo de propagación del virus.
La J-League ya había anunciado anteriormente que los primeros partidos se disputarán sin público en las gradas, aunque a partir del 10 de julio se podría comenzar a permitir la entrada de espectadores en los estadios y con restricciones de aforo en función de las directrices de las autoridades japonesas.
Otra de las novedades anunciadas es que, tal como permite la FIFA para esta situación excepcional, cada equipo podrá realizar hasta cinco sustituciones de jugadores por partido, dos más de las que antes estaban permitidas, y agrupadas en un máximo de tres rondas de cambios,
Además, todos los jugadores de la J-League deberán someterse a test PCR para detectar posibles contagiados del coronavirus, unas pruebas que serán gestionadas por los clubes y que se realizarán cada dos semanas y hasta que concluya la competición.
En caso de que algún jugador dé positivo, tanto el contagiado como todo su equipo deberán permanecer dos semanas en cuarentena, medida que también se podría aplicar al último combinado al que se haya enfrentado el club cuyo futbolista esté infectado.