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Tecatito, Jiménez y Chucky libran un 2020 de terror para los mexicanos en Europa

LOS ÁNGELES -- El 2020 se ha engullido vidas, familias, sociedades, naciones. Con ellas, ilusiones, futuros, pasados. Inevitablemente, en universos paralelos, lúdicos éstos, e intrascendentes éstos, también hay damnificados.

Embarcados en su particular aventura, los futbolistas mexicanos en Europa han confrontado desafíos y adversidades. Los devaneos cursis desde “follow your dreams” hasta el casi cachondo y socarrón “imaginémonos cosas chingonas”, terminaron fortalecidos o devastados con la pandemia y sus otros demonios.

INSPIRADO
Acaso el mejor librado entre los trashumantes mexicanos en Europa, en este 2020, en esa caudalosa incertidumbre del COVID-19, ha sido Jesús Manuel Corona. El Tecatito no sólo ha regateado rivales y malos augurios, sino incluso el manto maledicente de este año.

No ha sido así para otros legionarios europeos, una tropa cada vez más menguante en número, en protagonismo, y en impacto. La ubre de talentos mexicanos ha sido casi esterilizada por sus mismos directivos. Lo grave es que ya lo saben y lo peor es que no les importa. Hay más negocio turbio en el garlito de traficar con futbolistas extranjeros de baja calidad.

Mientras Tecatito ha regresado al arrullo popular en el Porto y entre los aficionados mexicanos, quienes se identifican más con esos tahúres prodigiosos de la gambeta y el amague, otros jugadores de su tierra sudan y exudan incertidumbre.

Historia conocida, es cómo Jesús Manuel Corona debió reinventarse en la cancha para mantenerse en la fragata del Porto. Hoy no sólo es mejor futbolista, sino que es ya mejor jugador de equipo, en equipo, para el equipo y por el equipo. Dejó de ser el relumbrón ocasional que exacerbaba de júbilo a la tribuna.

Incluso, a pesar de un pasaje previo e incómodo con Gerardo Martino, el técnico debió hacer honor a su apodo, y se convirtió en el Tata del Tecatito. Hoy reman armoniosamente hacia Catar 2022, mientras el jugador se llena de honores en la liga portuguesa, no sólo mediante goles, sino agregando pases para gol, y con ese moño escarlata que significa ponerle descaro y picardía al envoltorio.

SIN AULLIDOS
2020 parecía generosísimo con Raúl Jiménez. La jauría de la cancha y la de la tribuna extendían vallas festivas a su paso. Triunfar en la Liga Premier y en un equipo con más músculo y entrañas que presupuesto, implicaba un mérito extraordinario.

El Wolverhampton estaba en manos prodigiosas, en manos del Espíritu Santo, y no sólo porque esos sean apellidos del técnico Nuno Herlander Simoes, sino por el amparo de fortuna y efectividad del equipo en todas las competencias… hasta que llegó el endiablado ímpetu de David Luiz.

El defensa brasileño chocó accidentalmente cabezas con el delantero mexicano. Raúl Jiménez sufrió la peor parte. Emergencias, quirófano, período de observación, y finalmente en casa, con esporádicas visitas a sus compañeros. El Lobo Mayor no abandona a la jauría.

Los médicos sólo tienen una orden: paciencia, reposo, rehabilitación lenta… y repetirlo. El pronóstico más generoso es que en febrero podría regresar a las canchas de entrenamiento. El pronóstico bajo el estigma del 2020, está marcado por la incertidumbre: paciencia, reposo y rehabilitación lenta.

El jugador mexicano ha salido al balcón de las redes sociales. Desde ahí manda mensajes de agradecimiento. Y con un mucho de fe y un mucho de esperanza. Jiménez sabe de paciencia, porque con ella llegó al sitio de privilegio de la Liga Premier. Si esperó años para pisar esos pastizales sagrados, puede esperar meses para regresar a ellos.

CORTÓ POR LOZANO
La cabalgata festiva de Hirving Lozano, desde las canchas de Holanda a las de Italia, terminó empezando el 2020. Al irse del Napoli, por la vía ignominiosa y descortés del despido su tutor Carlo Ancelotti, el delantero mexicano quedó en manos de Genaro Gatusso.

Y Gatusso mostró rápidamente que tiene tanto de bonachón como el monigote con el que carga Lozano en su apodo: Chucky encontró al verdadero muñeco diabólico en su nuevo entrenador.

Gatusso lo envió a la banca; lo ridiculizó al darle segundos en la cancha, y un día, con el mal humor de su habitual constipación, lo corrió del entrenamiento. El jugador más costoso de la plantilla, era el más abaratado en esfuerzo y disciplina en los entrenamientos. “No permito que nadie arruine un entrenamiento”, dijo mientras sacaba, figuradamente, de una oreja al mocoso indisciplinado y lo enviaba a casa.

De espíritu caprichoso con Pachuca y con la selección mexicana, parecía un golpe fatal para el delantero mexicano. No fue así. Chucky Lozano encontró en la familia otro jalón de orejas, más fuerte que el de Gatusso. Regresó contrito y decidido a restablecer su imagen.

Y lo terminó haciendo lentamente a lo largo de 2020. La afición se había sumado a Gatusso. Pero, Chucky Lozano trastocó sus circunstancias. Hoy es una ficha confiable de su entrenador, e incluso de relevo, como ante la Sampdoria, ha cambiado el curso adverso del juego.

Sin embargo, aún tendrá el Chucky que justificar la tremenda inversión de 51 millones de dólares que hizo el Nápoles, y vendrá la oportunidad en los dieciseisavos de final de la Europa League ante el Granada.

COLCHONERO SIN COLCHÓN
Para Héctor Herrera ha sido un año de bregar contracorriente. Han llenado su pradera de competidores de alto nivel, como el uruguayo Lucas Torreira. Ha tenido que aprender a contrarreloj nuevas operaciones y funciones dentro de la cancha. Sí, todo está descubierto en el futbol, pero no todos han aprendido todo sobre él.

Pero Herrera ha aprendido a convivir con los retos. Errores puntuales suyos pusieron bajo temblorinas el paso en la Champions, y pasajes incómodos en La Liga, pero logr+o ganarse la confianza del Cholo Simeone.

Sin embargo, justo en esos momentos de aceptación de su entrenador, se fueron presentando lesiones inoportunas. Reflejo tal vez de una reflexión de Rafa Márquez cuando jugaba en el Barcelona. “La carga de juegos en Europa se resiente cuando entiendes que de niño la alimentación no fue la correcta, y ya a ese nivel te afecta”, explicaba el zamorano.

Sin embargo, Héctor Herrera se ha hecho al molde del tosco paladar de Simeone para ser un guerrero constante, y también se ha acomodado al exquisito paladar de Simeone, cuando necesita que se genere inspiración y no sólo transpiración.

El desempeño de Herrera le ha permitido incluso al Atlético de Madrid aprovechar a jugadores en otras funciones, con la versatilidad de Koke, Llorente y hasta en beneficio de Correa, sin embargo las lesiones, sobre todo de orden muscular, se han convertido en el lastre del jugador mexicano.

A LA DERIVA
Más allá de que militan unos cincuenta jugadores mexicanos en diferentes ligas y divisiones del futbol europeo, la atención se concentra en los seleccionables, y algunos incluso mundialistas en Rusia 2018, han perdido la titularidad y hasta las convocatorias los fines de semana.

Andrés Guardado no ha logrado retomar el ritmo, víctima de lesiones recurrentes, mientras que su compañero de equipo, Diego Láinez, vive en bajo incertidumbre semana a semana, y hasta ahora su mejor actuación ha sido ante el Murcia… de la Segunda B de España. Su club de origen, el América había iniciado nuevos acercamientos, para conseguirlo a préstamos para el Guard1anes 2021, pero el jugador sigue reacio a repatriarse en la Liga Mx.

Néstor Araujo sigue siendo constante en el Celta de Vigo, equipo que parecía tomar un segundo aire en la competencia, y el resto de los jugadores mexicanos se pierden en la Segunda B y otras plataformas de menor nivel, sin contar a Luka Romero, quien ya dejó en claro que nacer en Torreón fue un accidente y que él se siente particularmente argentino.

Mientras tanto, en Holanda, las expectativas puestas en Erick Aguirre con el PSV, y Edson Álvarez con el Ajax, se vinieron abajo, e incluso al ex americanista, le han considerado entre las peores contrataciones de la Liga de los Países Bajos, y hay versiones de que podría ser cedido al Valencia.

Aguirre ha cargado con lesiones, una notoria baja de juego, y hay versiones de que las Chivas podrían rescatarlo de ese aislamiento, aunque el Pachuca tiene planes distintos.