La muerte de Diego Maradona en noviembre pasado marcó un antes y un después en la vida de muchos argentinos. El caso del artista Maximiliano Bagnasco es un ejemplo claro.
“El 25 de noviembre, cuando prendí la tv y vi la noticia de su muerte me chocó mucho. Me quedé pensando y me puse a pintarlo. Grabé el proceso y cuando lo terminé puse: 'Chao Diego. También te dibujé el día que te fuiste'”, cuenta Maxi durante una charla telefónica con ESPN desde Buenos Aires.
Maxi había dibujado a Maradona más de un centenar de veces desde que, a los 17 años, decidió convertir su pasión por el arte en su profesión. “A Maradona lo pinté de toda la vida. De adolescente hice incluso un dibujo de él con sus hijas y me acerqué a su casa de Segurola y Habana para regalárselo”, recuerda con nostalgia.
Este artista bonaerense de 39 años desconoce lo que la familia Maradona hizo con aquel regalo, pero el destino quiso que décadas más tarde, el retrato de Maradona que Maxi pintó el día del deceso de la leyenda del fútbol sirviese para catapultar su fama y su carrera.
“Lo subí a Instagram y la gente empezó a repostearlo. A las horas me llamó una productora de un canal de televisión. Me dijeron que iban a hacer un homenaje a Maradona en un programa importante y que querían tener un cuadro de él. Cuando la gente lo vio empecé a recibir llamadas de particulares y equipos de todo Argentina para pedirme más cuadros”, relata este argentino que, pese a no considerarse un gran aficionado al fútbol, no duda en describirse como Maradoniano: “No soy futbolero, pero la figura de Diego es lo más grande en mi país. Es lo que más nos representa y a mí me sirvió de inspiración”.
Aquel retrato que Maxi pintó tras la muerte de Maradona dio la vuelta al mundo a través de las redes sociales en apenas unas horas. El artista “casi ha duplicado sus followers” de Instagram desde aquel 25 de noviembre y su popularidad ha pasado de tener un carácter local a propagarse por todos los continentes.
“Después de pintar el cuadro en la televisión me llamó el presidente de Argentino Juniors para que hiciese la imagen del santuario de Maradona. Pedí ayuda a Drei, un artista colombiano, y de repente empezamos a tener una repercusión mundial. Llamaron de la Rai de Italia, de medios de China, de Venezuela. Empecé a ver mi nombre en noticias en portugués, en italiano…”, cuenta Maxi con cierta incredulidad. “Jamás me imaginé que me iban a pedir formar parte de un proyecto de Catar o que me iban a llamar de Alemania o China”.
“Después del Santuario de Argentino Juniors pintamos un par de murales más. Hicimos uno en la pileta de una casa privada y a las horas también estaba recorriendo el mundo. Me empezaron a bombardear con mensajes. De repente todo el mundo quería tener un mural de Maradona en su casa. Influenciamos a hacer eso a otra gente”, explica.
El Patio de los Lecheros, un popular espacio gastronómico situado en Buenos Aires, también contactó con Maximiliano para hacer un paseo en honor a Maradona.
“La idea era pintar 19 cuadros y subastarlos a beneficio de una fundación aún por definir. Hicimos 18 en el taller y la una última pintura allí. Desde que publiqué las dos primeras imágenes tuvimos a la prensa todos los días en mi taller. Empezaron a publicar noticias y de cada noticia nacía otra noticia en otro medio”, recuerda Maximiliano, que ha querido retratar a Maradona en distintos momentos de su vida para que los que visiten el Patio de los Lecheros puedan recordar durante unos minutos al verdadero Diego.
“Quise seleccionar imágenes que no son comunes en los murales. Habré pintado a Diego 30 veces desde que se fue pero no me aburro porque en cada una tiene un look diferente”, dice. Así, la exposición permite ver a un Diego joven y apuesto, vestido con la camiseta de Argentina en el Mundial juvenil de 1979, pero también a un Maradona pasado de peso y con el pelo teñido de rubio en Cuba.
A corto plazo el mayor reto de Maxi es hacer frente a la gran cantidad de demandas que se le acumulan mientras que a medio plazo reconoce que, como buen Maradoniano, su ilusión es poder pintar a Diego en Nápoles.
“Me escribieron muchos aficionados desde Nápoles. Para mí una de las mejores cosas que me pueden pasar es ir a pintar a Maradona a Nápoles. Como argentino ir a pintar allá es como un sueño,” concluye.