Sergio Agüero convirtió el gol más memorable en la historia de la Premier League, un momento icónico a los tres minutos y 20 segundos del tiempo añadido contra Queens Park Rangers en 2012. Selló el primer título de Manchester City en 44 años, y por esto su nombre siempre estará asociado con toda la emoción que el fútbol puede generar.
Pero, mientras el mundo deportivo reflexiona sobre la carrera de Agüero luego de su decisión de retirarse con apenas 33 años debido a un problema cardíaco detectado mientras jugaba para Barcelona en octubre, ¿puede ser que este gol decisivo le haya negado al jugador de la selección argentina el reconocimiento que realmente merece por sus logros en general?
Agüero, quien dejó City por el Camp Nou al final de la temporada pasada después de 10 años en el Etihad, sin lugar a dudas es uno de los mejores jugadores que hayan militado en la Premier League. Es un jugador duro, con una capacidad letal para anotar dentro o fuera del área grande, y su remate de derecha tenía una potencia y una precisión brutales. Superó a Thierry Henry para convertirse en el jugador no inglés con más goles en la historia de la Premier League. Cerró con 184 goles, contra los 175 del ex delantero de Arsenal. Agüero también eclipsó a Alan Shearer, el máximo goleador de todos los tiempos de la Premier League, con 12 hat-tricks para superar la cuenta de 11 del ex delantero de Blackburn Rovers y Newcastle United.
Un gol que jamás será olvidado... pic.twitter.com/5VWoFgPukh
— ESPN Deportes (@ESPNDeportes) December 15, 2021
Y estos no son sus únicos récords. Agüero tiene la mejor relación de minutos por gol entre los jugadores que han marcado más de 10 veces en la Premier League, con un gol cada 108 minutos en promedio; Henry está segundo con un gol cada 122 minutos. El argentino es uno de los cinco jugadores que han marcado cinco goles en un partido de la Premier League (lo logró en una aparición de 66 minutos contra Newcastle en octubre de 2015) y destronó a Wayne Rooney del primer puesto al anotar más goles para un club de la Premier League que cualquier otro jugador.
Agüero convirtió 184 para City, uno más que Rooney para Manchester United. Y Agüero comparte con Henry el récord de haber marcado 20 goles o más en cinco temporadas consecutivas de la Premier League. Pero a pesar de todo lo anterior, y de cinco títulos de la Premier League, seis Copas de la Liga Inglesa y una FA Cup, Agüero aún no tiene el prestigio y el reconocimiento del que gozan figuras como Henry, Eric Cantona, Cristiano Ronaldo y Mohamed Salah tras su paso por la Premier League.
Quizás sea porque Agüero estaba contento de volar bajo el radar en City, optando por no perseguir el atractivo más fuerte que viene con la comercialización que Henry, Cantona y Cristiano eligieron con gusto. Y tal vez no desarrolló la mística que Salah ha cultivado en Liverpool al elegir selectivamente cuándo habla, y con quién. Salah conoce su valor comercial y lo explota expertamente con pulidas entrevistas en Vanity Fair y Time, garantizando su exposición ante una audiencia mucho más amplia que el mundo deportivo.
Henry, Cantona, Cristiano y Salah también se han beneficiado de pasar sus días en la Premier League con camisetas rojas. A pesar de los éxitos de City y Chelsea durante la última década y media, United, Arsenal y Liverpool siguen siendo los clubes más grandes, con las bases de fans más importantes del fútbol inglés, y los jugadores que brillan para esos equipos se ven automáticamente impulsados a un mayor nivel de celebridad.
City nos ha dado algunos de los jugadores más importantes de la era de la Premier League -- Agüero, David Silva, Vincent Kompany y Yaya Toure – pero no están en la misma liga que Henry, Cantona, Ronaldo y Salah, o Rooney, Steven Gerrard, Patrick Vieira y Roy Keane cuando hablamos de un atractivo y un reconocimiento duradero. Quizá sea esa la razón detrás del status de Agüero por debajo de los jugadores de elite absolutos, incluso cuando los records que alcanzó y su consistencia increíble han demostrado que merece figurar al lado de esos nombres en el panteón de los gigantes.
Hasta que fichó con Barcelona este verano, Agüero no había jugado para alguno de los clubes de fútbol súper históricos. Firmó con City después de surgir en la escena mundial con Atlético Madrid, donde ganó el premio al Golden Boy que se otorga al talento joven más excitante del juego, antes de pasar la siguiente década en el Etihad.
Agüero también estuvo 15 años jugando con Argentina durante un período improductivo de una de las mejores naciones del mundo en cuanto a este deporte, y en una época en la que Lionel Messi siempre acaparó el centro de la escena, para bien o para mal. Cuando Argentina finalmente puso fin a su espera de 28 años para volver a tener éxito internacional con su triunfo en la Copa América a principios de este año, Agüero se había convertido en un jugador secundario que entró apenas un minuto durante la campaña eliminatoria y observó la semifinal desde la banca de sustitutos.
Su movida de verano a Barcelona iba a hacer realidad el final de cuento de hadas para Agüero, cerrando su carrera al lado de su amigo Messi y quizá ganando el título de la Champions League que siempre se le terminó escapando con City. Pero Messi se marchó a Paris Saint-Germain antes de patear siquiera una sola vez la pelota y Barça comenzó un descenso en espiral, tanto dentro como fuera de la cancha, período en el cual despidieron al entrenador Ronald Koeman y no lograron pasar a la fase de eliminación de la Champions League por primera vez desde 2003-04.
La movida de Agüero ya no estaba saliendo como esperaba antes de que pidiera salir del partido cuatro minutos antes del descanso, durante un empate 1-1 contra Alavés en octubre debido a dolores en el pecho que resultaron ser una condición cardíaca que forzó su retiro. Después de apenas cinco partidos con Barcelona y un solo gol – un consuelo tardío en una derrota por 2-1 ante Real Madrid, su única aparición en El Clásico – es un triste final para la gloriosa carrera de Agüero. (Es extraño, de alguna manera, ver a Barcelona como el lugar para hacerlo después de su enorme impacto en Manchester, con el presidente de Barça, Joan Laporta, también presente para el anuncio de Agüero, teniendo en cuenta su limitado tiempo en el Camp Nou).
Pero si quieres pensar en su grandeza, deja de lado su gol contra QPR y piensa en todo lo demás. Ese gol lo convirtió en una leyenda en Manchester City, pero se podría decir que eclipsó a todo lo demás que lo debería haber convertido en un astro global. El record de Agüero está allí arriba junto al de los mejores y debería ser recordado por más que un gol crucial.