Se cumplió lo que más se temía. La FIFA rechazó la solicitud de Perú de disputar el Mundial sub 17 en la capital y le retiró los derechos de organización de la Copa del Mundo juvenil debido a su "incapacidad para cumplir con sus compromisos y terminar las infraestructuras necesarias para disputar el torneo".
Cuatro años después, la historia de Perú con la organización de un Mundial Sub-17 vuelve a ser la misma, es decir, con la FIFA sacándole la organización del torneo por no "lograr la totalidad de requisitos solicitados".
Y es que la pérdida de la sede de una Copa del Mundo juvenil es un nuevo fracaso de la actual gestión de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) tras hacerse con la organización de un Mundial Sub-17 por segunda vez en menos de dos años.
Perú, que fue sede por primera vez de un Mundial Sub-17 en el 2005, se ilusionó con organizar otra Copa del Mundo de la categoría el 16 de marzo de 2018 cuando la FIFA le dio la sede para la justa mundialista del 2019.
La FPF designó a Carlos Silvestri como el DT de la Sub-17 que disputaría el Mundial en casa y con el apoyo de su gente; la idea era superar lo realizado en la edición 2005 cuando el equipo no superó la fase de grupos. Sin embargo, el 22 de febrero de 2019 una noticia cayó como una bomba en los chicos, los principales ilusionados: la FIFA le retiró la sede de la Copa del Mundo a nuestro país por no "lograr la totalidad de requisitos solicitados".
La noticia sucedió a menos de un mes del inicio del Sudamericano Sub-17, donde el equipo de Silvestri pasó de tener el torneo como una forma de consolidarse a tener que luchar la clasificación a la justa mundialista. La Sub-17 ilusionó al país con grandes actuaciones, sin embargo, al final no le alcanzó para clasificar al Mundial, la diferencia de gol terminó jugando a favor para Ecuador, el último clasificado en el Hexagonal Final.
Pese a la pérdida de la sede del Mundial de la categoría, la FPF no se dio por vencida y vio en el 2021, año del bicentenario de la independencia del Perú, una nueva oportunidad de albergar una Copa del Mundo. El objetivo era ganar la sede del Mundial Sub-20, sin embargo, la FIFA decidió, en octubre de 2019, darle la organización a Indonesia y como premio consuelo, Perú se quedó con la sede de otra Copa del Mundo Sub-17 2021.
Ahora bien, la llegada de la pandemia del COVID-19 trastocó todos los planes: Perú se quedó sin la posibilidad de realizar varios grandes eventos que tenía pensado para el bicentenario de su independencia. En ese sentido, el Mundial Sub-17 automáticamente se pospuso para el 2023. Sin pandemia de por medio, parecía que ya nada obstaculizaría la vuelta de una Copa del Mundo juvenil a nuestro país.
No obstante, la inesperada llegada del ciclón Yaku al Perú provocó que el Gobierno priorice la reconstrucción de las zonas afectadas y la FPF lance una propuesta desesperada a la FIFA para no perder la sede: que el entero del Mundial se dispute en Lima y Callao.
El ente rector del fútbol mundial tomó nota y este lunes 3 de abril lanzó un mensaje categórico: adiós sede de la Copa del Mundo Sub-17 para Perú al "quedar patente" su "incapacidad para cumplir con sus compromisos y terminar las infraestructuras necesarias para disputar el torneo". Tal cual hace cuatro años, la FIFA agradeció a la FPF "por su esfuerzo" y no descartó la posibilidad de "organizar un torneo en Perú en el futuro", un mero saludo a la bandera hacia un país capaz de perder dos veces la organización de un Mundial juvenil en cuatro años.
Los más perjudicados nuevamente es la selección Sub-17, esta vez comandada por Pablo Zegarra, que se enteró de la fatal noticia en pleno Sudamericano y cuando ya tiene la clasificación al Hexagonal Final cuesta arriba: cayó 2-1 ante Bolivia en el debut y ahora está obligado a imponerse ante Paraguay, Argentina y Venezuela para seguir soñando con jugar un Mundial que ya no se disputará en el Perú.