Alianza Lima puede presumir de ser el primer club en ser tricampeón en el fútbol peruano, mas no haberlo hecho en la era profesional a diferencia de sus clásico rivales Universitario (1998-1999-2000) y Sporting Cristal (1994-1995-1996), lo que motivó a la dirigencia del club victoriano a hacer un importante esfuerzo para la temporada 2005.
Alianza venía de lograr un bicampeonato en el 2004 a costa de Sporting Cristal (le ganó la final del Descentralizado 2003 en enero y la del 2004 en diciembre), de tener a Jefferson Farfán como figura rutilante y a Gustavo Costas como el entrenador que apostó por los jóvenes de la cantera y que terminó triunfando de esa manera.
Sin embargo, Farfán se fue a mediados de 2004 al PSV mientras que Costas se fue al Cerro Porteño a finales de año, por lo que había que empezar de cero en el 2005 y la gran apuesta para el cargo de entrenador fue el argentino Rubén Darío Insúa, que venía antecedido por el título de la Copa Sudamericana 2002 con San Lorenzo de Almagro.
Posteriormente llegaron los nombres fuertes: el volante argentino Gustavo Barros Schelotto (exjugador de Boca Juniors), sus compatriotas Rodrigo Astudillo (máximo goleador de San Lorenzo en la Sudamericana 2002) e Iván Furios (exdefensor de Chacarita Juniors), y el volante colombiano Oswaldo Mackenzie (excampeón con Junior y Atlético Nacional), además de otros refuerzos del medio local como Germán Carty (máximo goleador de Cienciano en el título de la Sudamericana 2003), Johan Fano y a mediados de año, Miguel Rebosio (exseleccionado peruano y que venía del Almería de España).
Pese a la enorme expectativa, el Alianza de Insúa no funcionó ni a nivel local ni a nivel internacional. El entrenador argentino dejó el cargo a mediados de mayo y fue posteriormente reemplazado por Wilmar Valencia. En el Apertura, el club victoriano acabó tercero con 38 puntos, a 13 del campeón Cienciano. En la Copa Libertadores, acabó tercero del Grupo 6 con 5 unidades, a 7 y 6 de distancia de los clasificados Tigres y Banfield.
Para el Clausura se fueron todos los refuerzos extranjero salvo Furios y llegó Roberto Chale para la dirección técnica, pero Alianza siguió sin levantar cabeza. De hecho, peleó los últimos puestos y acabó en el antepenúltimo lugar con 26 puntos, a 10 del último clasificado y a 26 del campeón Sporting Cristal.
Dieciocho años después, Alianza Lima mantuvo a la base del plantel bicampeón y sumó refuerzos de mucho renombre internacional para que esta vez el primer tricampeonato en la era profesional sea una realidad. Sin embargo, a veces no es solo fichar por fichar, nuevamente aparecieron las malas decisiones dirigenciales, la plaga de lesiones afectaron al plantel blanquiazul y el fallido intento del 'tri' acabó de peor forma: con una nueva derrota en una final nacional ante el máximo rival Universitario, que acabó con su sequía de diez años sin lograr títulos nacionales a costa de los sueños blanquiazules.