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Manchester United y un empate con gusto a poco contra Fenerbahce en Europa League

El equipo inglés lo ganaba con gol de Christian Eriksen y Youssef En Nesy lo empató para el local. Los Diablos Rojos no ganaron en la fase liga (van tres fechas) y estiró su presente difícil que incluye a la Premier League.

No hay caso, Manchester United no despega. En otra situación, tal vez, llevarse un empate de Estambul a Inglaterra contra Fenerbahce podía ser un resultado cautivante, pero en la realidad que transita el presente el equipo dirigido por Erik ten Hag no hace más que estirar el amodorramiento que viven los Diablos Rojos. Con el 1-1 que firmaron en la tercera fecha de la fase liga de la Europa League, el conjunto inglés lleva un triunfo en los últimos siete partidos, contado el torneo continental y Premier League.

El juego de United no seduce, para nada. Hay chispazos por la calidad de sus futbolistas, pero todo le cuesta. El equipo no engrana, en los últimos siete partidos anotó siete goles y en un encuentro (vs Porto) hizo tres. El entrenador neerlandés busca, intenta, pero no hay caso. En Premier viene a los tumbos, con apenas 11 puntos en ocho fechas y a diez del líder, Liverpool. Y en Europa League acumuló su tercer empate en fila y apenas se está metiendo en el lote de ¡24 entre 36 que avanzan a la siguiente etapa! Flojo presente para un grande de Europa, que viene de capa caída desde la temporada pasada, en la que Ten Hag tenía el boleto picado, pero el título en la FA Cup le dio vida y un ingreso a Europa que parecía imposible.

Y eso que Manchester arrancó arriba en Estambul contra el Fenerbahce de Mourinho (terminó expulsado). Una gran combinación, uno de esos chispazos que aparecen, sirvió para la asistencia de Joshua Zirkzee para Christian Eriksen y un gran gol. ¿Era merecido? No. De hecho, Andre Onana, el arquero de los Diablos, fue la figura del primer tiempo (tuvo una doble atajada que viajó directo a lo mejor de la semana). Pero poco le importaba a United eso de los merecimientos. Necesitaba un triunfo para sacudirse un poco, como perro que sale de bañarse. Como para despabilarse, pero justo con eso falló.

En el arranque del segundo tiempo, lejos de estar despabilado, United entró en modo siesta. Y Fenerbahce facturó: centro de Saint-Maximin, centrales del equipo inglés en una fiesta de cumpleaños y el marroquí Youssef En Nesyri metió la cabeza para igualar. En los siguientes minutos, los locales, con Mourinho en la tribuna tras la roja (discutió una jugada en la que pidió penal, que no hubo), estuvieron cerca del segundo. Pero se quedaron y Manchester, con amor propio, necesidad de ganar y con poco fútbol, fueron a buscarlo. Creció Alejandro Garnacho, poco buscado en la etapa inicial, y United tuvo chances de llevarse el partido. Pero no se movió del empate.

Fenerbahce se enamoró del empate: tres fechas, un triunfo y dos empates que lo dejan metidito en la tabla que va del noveno al 24º y pasan a 16vos. Para United, que tuvo a Lisandro Martínez como capitán y a Manuel Urgante de titualar, fue un resultado que aumentó el presente opaco, que lo deja con obligaciones muy temprano en la Europa League y, como si fuera poco, con la lesión de Antony, que dejó la cancha 16 minutos después de haber entrado y con una lesión que preocupa. Es que cuando las cosas no salen, definitivamente no salen. Y en ese estado anda Manchester por estos días, a los tumbos, buscando sacudirse con algo que dé bríos, pero que no aparece.