Ignacio Ruglio habló este jueves en conferencia de prensa durante la presentación oficial de Leonardo Ramos como nuevo entrenador de Peñarol tras la renuncia de Mauricio Larriera.
En el estadio Campeón del Siglo, el presidente aurinegro le dio la bienvenida a Ramos, ‘un técnico que seguro cuando se fue del club sabía que iba a volver, un técnico campeón con Peñarol que nos supo dar grandes alegrías’.
Ruglio afirmó que dentro de la institución carbonera había un convencimiento total de que Ramos era el entrenador ideal para este momento y destacó: “No estamos trayendo un técnico pensando en las 14 finales del Clausura, es el indicado para esta situación sí, pero también le dije a Leo que ojalá también esté en diciembre del 2023, cuando finalice nuestro mandato”.
“Espero que Leo también pueda planificar un año entero de trabajo como lo hizo Mauricio en este pasado año y medio, porque estoy convencido que son imposibles los procesos de técnicos de tres o cuatro meses, con eso no se construyen grandes cosas. Si hubiese sido por mí Larriera hubiera seguido, pero él no se encontraba con las fuerzas para continuar”, aseguró el dirigente.
Ruglio dijo que intuía el fin del ciclo de Larriera, pero ‘que a veces uno se aferra por las convicciones que tiene de que las cosas pueden continuar un poco más’.
“Me preparé muchos años para llegar a la presidencia del club y he identificado las cosas que se hacían bien y las que se hacían mal, viendo cómo corregirlas. Nada fuerte se arma en tres meses, este club llegó a tener tres o cuatro entrenadores en un año, no hay manera de armar algo sólido así”, señaló.
El presidente del Manya admitió que ese convencimiento lo hizo ‘estirar más la permanencia de Larriera en el cargo en momentos donde ya el entrenador estaba dubitativo’: “Sé que en otros momentos de alguna manera lo convencí para que siguiera un tiempo más”.
Ruglio manifestó que trató de que Larriera lograra abstraerse del dolor que le generó la derrota del lunes ante Fénix, pero que en las conversaciones del martes el entrenador le remarcó ‘que no tenía las mismas certezas que sí tenía hace un tiempo’.
Destacando la sana transición entre la renuncia de Larriera y la llegada de Ramos, Ruglio concluyó: “Quizás haya estirado un poco más la salida de Larriera convencido de que las instituciones deben ponerse más firmes, pero cuando me di cuenta que su ciclo estaba terminado sabía que el próximo tenía que ser Leo Ramos”.