Llegamos a la semana del clásico entre Nacional y Peñarol, que encuentra a ambos equipos con presentes y aspiraciones diferentes.
En el primer caso, un equipo tricolor dulce, en gran momento, con un Suárez cada vez más metido en el equipo y aportando lo mucho que puede y debe aportar. Cuando comenzó a mostrarse para recibir, tocar de primera e ir a buscar, apareció el Suárez que deslumbró durante tantos años en Barcelona. Naturalmente con chispazos le alcanzó, como el tanto con un pase de pecho a Carballo, la estupenda devolución del volante y la impresionante volea de zurda que fue su primer gol en el Centenario en esta, su nueva etapa. Y por si algo faltaba, cuando Repetto sacó a Suárez (tenía amarilla) entró Gigliotti como diciendo “aquí estoy, no se olviden de mí”.
Y a este momento de los Tricolores, cada vez con más ventaja en la Tabla Anual, se suma que todos perdieron puntos ya que Liverpool, Boston River y nuevamente Peñarol, empataron y quedaron cada vez más relegados.
Ahora, Nacional deberá confirmar el próximo domingo frente a su eterno rival, su buen momento.
Para Peñarol es la última chance, si es que la tiene. El equipo de Ramos debe apostar todas las fichas al Torneo Clausura ya que en la Anual parece demasiado lejos. Y por si fuera poco, hay un grado de desesperación en el equipo, dirigentes, e hinchas, que ven que se les está yendo “el bondi” y hasta peligra la clasificación a la CONMEBOL Libertadores
Recordemos que Liverpool ya está en la definición del Uruguayo por haber ganado el Apertura mientras que en el Clausura, donde se jugaron cinco fechas, está todo más apretado con un River Plate que sorprendió ganando sus cinco partidos.
Así estamos en la puerta de un clásico que puede y será determinante.
El hincha de Nacional, quiere “pisar” a Peñarol y no dejarlo levantar cabeza. Lo quiere hundido cada vez más, quiere seguir creciendo en las tablas, al tiempo que se ve el buen funcionamiento del equipo.
El de Peñarol quiere cortar esta racha adversa y más sabiendo que se juega en el Gran Parque Central en donde ya supieron ganar. Saben que esta es “la última bala”, y que sería tremendamente revitalizador ganar allí porque aplicaría un golpe anímico enorme para los dos lados.
El tema es, y todos nos preguntamos: ¿Tiene con qué? Mirándolo de afuera, parece muy difícil, pero clásicos son clásicos y son todos diferentes. No sería la primera vez que alguien que va de punto termina siendo banca, aunque debería cambiar mucho todo en los dos equipos.
Es cierto que en Nacional se fueron Ocampo y Marichal. Más allá de la jerarquía que mostraba por momentos Ocampo, creo que este año Marichal ha sido mucho más importante en el funcionamiento defensivo.
Lo dicho: estamos ante un partido crucial para el campeonato y también, para muchos de los actores. Esperemos que todo sea normal y que se entienda que esto es solo fútbol.