MONTEVIDEO -- El futbolista venezolano Rómulo Otero tuvo su primer encuentro como titular y a nivel oficial en Nacional, jugando desde el inicio este domingo en la derrota por 1 a 0 ante Montevideo City Torque por la primera fecha del Torneo Apertura del Campeonato Uruguayo 2025.
Otero, quien había jugado ante San Lorenzo y Olimpia por la Serie Río de la Plata y en el clásico contra Peñarol por la Supercopa había ingresado al minuto 71 en lugar de Jeremía Recoba, se metió en el once inicial debido a la ausencia del Diente Nicolás López, suspendido.
En el 4-3-3 planteado por el entrenador Martín Lasarte, el venezolano se ubicó como extremo derecho, aunque a pesar de ser diestro le dejó la banda al lateral Lucas Morales e incluso a Nicolás Rodríguez, quien comenzó como volante interior por derecha.
A Otero le costó entrar en juego, lo que hizo que por ejemplo bajara al minuto seis para recibir en el círculo central. Un minuto más tarde, salió de contragolpe y cambió bien para Recoba, aunque el ataque se diluyó.
Luego les señaló a Bruno Damiani y al Ojito Rodríguez que lo busquen más, que se apoyen en él, pero inmediatamente no pudo controlar y la pelota se fue al lateral.
Más allá de las buenas maniobras individuales que mostró en los partidos de pretemporada, Otero parece ser ese tipo de jugadores que necesitan más juego colectivo y que su rendimiento crece en función de las sociedades que puedan generarse, a su vez padeciendo en demasía un contexto que no lo ayude.
La pelota quieta sí es una situación que le permite no depender tanto del contexto, y a los 29´ remató un tiro libre de media distancia que complicó con el pique al golero Francisco Tignalini, quien debió dar rebote cuando su equipo ya ganaba 1 a 0 (Nahuel Leivas había abierto el marcador a los 19´). Este fue el único remate del Bolso en la primera mitad.
Luego entró muy poco en juego, sólo destacándose una pared forzada con Rodríguez, un mal centro de primera y al segundo palo, y una conexión por dentro con Damiani.
Ubicándose más por carriles centrales y sin buscar el desborde, Otero pasó a jugar el complemento por izquierda en el 4-2-3-1 que pasó a tener el Bolso con los ingresos de Rodrigo Mederos y Mauricio Pereyra (salieron Nicolás Rodríguez y Franco Catarozzi; también ingresó Emiliano Ancheta por Morales en el lateral derecho).
Otero se mostró más participativo jugando por izquierda, claro que también Nacional mostró una mayor vocación ofensiva y se intentó plantar en campo contrario al estar obligado a salir a buscar el resultado, incluso tuvo otra postura en la presión, sin esperar tanto en zona media (Pereyra acompañaba a Damiani para presionar algo con un 4-4-2, con Otero tapando al lateral derecho).
El venezolano se asoció con Mederos y Pereyra, y volvía a centralizarse, dejando en este caso la banda para el lateral izquierdo Gabriel Báez. Es decir, con Nacional con pelota y en campo contrario, Otero se ubicaba en el triángulo conformado por el primer zaguero central, el lateral derecho y el número 8 de Torque.
El venezolano, que se hizo cargo de la mayoría de los tiros de esquina (los tiros libres pasaron a ser ejecutados por Pereyra), bajó en varias oportunidades para activar el ataque desde unos metros más atrás, teniendo la persecución del lateral derecho rival Pizzichillo.
A los 64´, hizo un gran esfuerzo para tapar el centro del lateral de Torque, aunque luego en el afán por buscar la pelota cometió infracción. Lasarte y su ayudante Esteban Conde le preguntaron cómo estaba físicamente, el venezolano respondió con un pulgar hacia arriba.
Al minuto 70, tuvo una oportunidad propicia para empatar, pero no pudo pegarle de buena manera a la pelota y su remate desde la medialuna se fue muy alto. Y a los 82´, dejó el campo d ejueog y en su lugar ingresó el juvenil Bruno Arady.
A pesar de una cierta mejora en la segunda mitad, lo de Otero no fue suficiente para contagiar al equipo y tampoco el nivel colectivo alcanzó para mostrar la mejor versión del venezolano. Si Nacional espera que desde lo individual surjan las soluciones ofensivas, difícilmente Otero pueda ser gravitante, aún teniendo la pelota quieta a su favor.
En todo caso, está claro que mientras el Bolso siga por este camino, cada ausencia del Diente López será determinante, sea Otero o cualquier otro su sustituto.