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Carreras, hits, errores y... cuidado con las chanclas

Wagner Lagrange, izq., y Manny Rodriguez de los Jefes de Brooklyn conocidos como los Cyclones. Courtesy of Brooklyn Cyclones

Cuando los Corpus Christi Raspas jugaron contra las Flying Chanclas de San Antonio (Chanclas Voladoras) en un encuentro de Béisbol de Ligas Menores este verano, quizás la imagen más duradera e indeleble entre toda la vistosidad de un típico partido de ligas menores fue ver una sandalia azul volando por los aires.

También tenemos partidos entre los El Paso Chihuahuas y los Mariachis de Nuevo México, los Reyes de Plata de Las Vegas contra las Abejas de Salt Lake y los Rancho Cucamonga Temblores contra los Toros de Visalia. O los Jefes de Brooklyn viéndose las caras contra los Chivos de Hartford. Los Raspas, apropiadamente, vistieron uniformes con la imagen de un helado de varios sabores (con taza y cuchara de plástico incluidas), pero no tenían posibilidad de superar a las Chanclas Voladoras.

De hecho, 33 equipos de Ligas Menores vistieron camisetas conmemorativas en la "Copa de Diversión" de Minor League Baseball, organizada con la misión de "celebrar visualmente la diversidad que define a las comunidades donde se disputa el béisbol de Ligas Menores en toda la nación", con la creación de "personalidades en el terreno culturalmente relevantes que rinden homenaje a sus respectivas comunidades hispanas/latinas en Estados Unidos que construyen, forjan y lideran los mercados del béisbol de Ligas Menores hoy en día".

En otras palabras, otra liga deportiva en Estados Unidos está siendo más explícita con un hecho innegable: sí, la comunidad latina representa el futuro de los deportes de espectadores dentro de ese país y Minor League Baseball lo está llevando un paso más allá: está bien divertirse un poco con esto.

La tendencia de hacerse más latino no es para nada novedosa: la NBA y la NFL lo han hecho durante años. Al igual que el Béisbol de Grandes Ligas, que actualmente tiene en marcha varios esfuerzos (por ejemplo, las camisetas de "Ponle acento" utilizadas durante las prácticas de bateo) en conmemoración del Mes de la Herencia Hispana.

Si bien todos estos esfuerzos actuales se hacen cada vez más comunes, nunca en mis sueños más alocados llegué a imaginarme que un símbolo cultural tan temido (la sandalia voladora) sería parte de un uniforme de béisbol utilizado por peloteros profesionales. A pesar de ello, aquí estamos y quizás sea hora de admitir que una idea así no sólo es perfectamente posible en 2018. También representa un síntoma de que varias representaciones matizadas de la cultura latina en Estados Unidos seguirán insertándose entre lo establecido, como si fuera una... ya saben... una chancla.

Los San Antonio Missions eligieron las chanclas en honor de la matrona de la familia latina, la abuelita. Pregúntenle a cualquier chico hispano sobre la chancla utilizada como herramienta para reforzar la disciplina y entenderán por qué terminan comportándose tan bien.

"La chancla ha sido durante largo tiempo símbolo de la abuelita, porque ella mantiene la estructura y orden de la familia", reza el comunicado publicado por los Missions. Aspiren nunca ser receptores de un buen chancletazo.

A pesar de toda la diversión que hay detrás de los nuevos alter egos latinos de estos equipos, no hay ideas perfectas. Por cada Chancla Voladora, tenemos a los Everett Conquistadores (una figura no muy popular por el contexto que tiene dentro de la historia latinoamericana), o los Lúpulos de Hillsboro, traducción literal de "Hillsboro Hops". Uno no puede evitar avergonzarse al escuchar nombres de equipos tales como Greenville Energía (por Greenville Drive), los Kane County Cougars (mantuvieron su nombre original en inglés), los Rápidos de Kannapolis (por Kannapolis Intimidators), Lehigh Valley Tocino (por los Lehigh Valley IronPigs) y el Cielo Azul de Oklahoma City (por Oklahoma City Dodgers).

Independientemente de algunos nombres "peculiares", hay que elogiar a Minor League Baseball por darle importancia a su "Copa de Diversión". Sin duda, algunos equipos (sí, ustedes, Chanclas Voladoras) podrían convertirse en clásicos de culto dentro del mundo deportivo al ayudar a redefinir la combinación entre deporte y cultura. Al menos, la pelota menor está intentándolo al buscar ayuda por parte de la comunidad latina. Minor League Baseball está entendiendo que las ligas deportivas profesionales necesitan del apoyo de los latinos en Estados Unidos para así prosperar, entonces, ¿por qué no capturar desde ya algo de lealtad entre los aficionados?

Porque a final de cuentas, si esta campaña ayuda a instituir permanentemente a las Chanclas Voladoras a este mundo, entonces todo habrá valido la pena.