Javier Telechea es un entrenador con vasta experiencia en el rubro, tanto en el ámbito local como internacional, con pasos por el fútbol para luego retornar al palo y la bocha, y que en este último tiempo le surgió una oportunidad difícil de declinar: trabajar con la libertad para volver a Argentina varias veces al año junto al desafío profesional de aspirar a clasificar con Estados Unidos a los Juegos Olímpicos de París 2024.
“Antes de ir a América del Norte estaba en Bélgica y decidí volver a Argentina, ya andaba cansado de la vida ahí, estuve tres meses en el país y me llamó el headcoach, David (Passmore) para trabajar allá; él sabía que mi intención era pasar mayor tiempo con mi familia y me propuso hacer una prueba para ver como resultaba. Pasaron las semanas y fluyó. Ahora estoy muy feliz y tengo un contrato oficial que me permite retornar en varias ocasiones”, comentó el oriundo de Lomas Athletic Club.
"Cuando comencé en Estados Unidos fue un año antes de los Juegos Panamericanos 2023. Había ocho jugadoras entrenando y si bien nuestro foco era hacer un gran torneo, llegamos muy bien desde lo mental y lo humano a la competición. Mucha gente me dice '¡qué gran papel hicieron!' pero la verdad es que a pesar de la felicidad que nos generó llegar a la final nos preparamos para ganarlo, sabiendo que Argentina es superior, pero teníamos claro que le podíamos hacer partido... y bueno casi lo ganamos", mencionó el entrenador.
El seleccionado de las barras y las estrellas cerró el 2023 habiendo subido la vara de su rendimiento en comparación a la temporada pasada (culminaron últimas en la Pro League 22/23) pero lejos de conformarse el conjunto norteamericano disputará el certamen para hacerse con un boleto hacia los Juegos Olímpicos. “Ahora nuestro foco está en el Preolímpico ya que es nuestra ventana hacia los Juegos del 2024 y estamos trabajando para ello. La idea primordial es que nuestro nivel del Panamericano sea el piso, corregir los errores y mantener lo bueno que logramos. En los primeros días de enero viajamos a la India para estar dos meses, disputar el boleto a París y nos quedamos a jugar después la Pro League”, hizo hincapié Telechea.
El hockey sobre césped no tiene tanta repercusión como en América del Sur, Javier cuenta el fenómeno que ve dentro del plantel para vanagloriarse: “Eso para mí es lo raro, en Argentina Las Leonas son estrellas, van a cualquier lado y las conocen y las aman. En Estados Unidos la final del hockey universitario es más importante que los partidos del seleccionado nacional, por eso es tan valorable ya que no reciben tanto a cambio. Dejan muchas cosas de lado por el simple hecho de ser ellas quienes representen a su país y, sobre todo, elijan estar ahí".
A pesar de haber vivido muchos años en el exterior y actualmente ejercer para otra nación, el desarraigo de la pasión por Argentina no deja de sucumbir en las venas de Javier: “Es durísimo para mi enfrentar a la Argentina, me ha llevado muchas horas de introspección. Lo difícil fue escuchar el himno en el Panamericano porque amo mi país y, si bien no es igual, lo sentí parecido como cuando enfrenté a Lomas con otros clubes. Lo pude manejar porque para mí es muy importante el grupo y como en este momento me debo a las chicas de Estados Unidos. Hice todo para ayudarlas e intentar abstraerme del rival de enfrente. Ojalá algún día pueda estar del lado de Argentina cuando suene el himno y sienta un motivo superior para defender al equipo".
Telechea estuvo varios años en el Viejo Continente trabajando en el hockey de Bélgica, si bien su salida se dio luego de estar ejerciendo como entrenador del equipo Sub 21 de caballeros en un Mundial y Copa Europea, el inicio fue lo vertiginoso: “Cuando fui para allá mi idea era ir sin nada y ‘ver qué pasa’. Comencé siendo el tercer ayudante de un equipo de la segunda división, entrenaba un montón de divisiones para que me den una casa que compartía con dos austríacos, un departamento chiquitito, y fueron cuatro años de mucha intensidad y crecimiento tanto laboral como personal”.
Las cuestiones de formas son tan importantes como las de fondo, Javi le contó a ESPN.com cómo se desenvuelve con sus equipos y qué consejo le dieron en sus comienzos: “Empecé de entrenador de muy joven y me decían: ‘Javier tenés que trazar una distancia con el equipo’. Lo intenté en un comienzo, pero yo no soy así y descubrí que se puede hacer de otra forma, desde el amor y las ganas. De hecho cuando me llamaron de Estados Unidos me dijeron que era una de las cualidades por las que me querían, por la alegría y entusiasmo que trasmitía. A mí me encanta ir a entrenar, tirar chistes todo el tiempo y eso no significa que no puedo enojarme. Con el tiempo aprendí que hablando desde el cariño y la buena fe es mucho más poderoso el mensaje”.
Javier se define como una persona que le cuesta ver a largo plazo, vive el presente con tal intensidad que se suele fijar en el paso siguiente y el que le sigue, pero también hizo una pausa para pensar en cómo le gustaría que sus jugadores lo recuerden: “Hay una frase que me gusta un montón de Fontanarrosa, cuando le preguntaron que quería para su hijo y él dijo: ‘que sus amigos sonrían al verlo llegar’ y a mí me encantaría que mis exjugadores lo hagan al verme. Siento que soy muy afortunado en eso y en la mayoría de los casos se da más allá del resultado. En Monte Grande me fui con un descenso. Hoy voy allá y hay chicas que me quieren, padres y dirigente que me tienen aprecio. Creo que a pesar de todo, eso es lo más valedero”.
Respecto a los anhelos, Telechea no fue tajante a la hora de hablar de cómo él ve el hecho de caminar con el afán de crear su propio destino: “A mí no me gusta cuando se dice ‘si tenés un sueño hay que hacer todo lo posible para llegar ahí’. Yo no estoy de acuerdo porque para mí así se sacrifican un montón de cosas en el medio. Soy un convencido de que quiero estar feliz ahora, en lo que estoy haciendo y eso me va a llevar a buenos lugares. Ser mi mejor versión hoy y así lograr estar en un mejor lugar a futuro. Yo no siento que deba estar sufriendo ahora para lograr algo luego, no es mi forma de ver la vida y hoy eso me lleva a estar feliz conmigo mismo”.
“Se trata de sentir, es verdad que es un balance permanente, podría estar feliz en Lomas pero también me gusta el desafío de dirigir en Estados Unidos al máximo nivel posible, sentir que estoy bien y entre todo eso elegir los caminos”, finiquitó Javier.
Estados Unidos participará el Preolímpico en India desde el 13 al 19 de enero, disputará el Grupo B ante India, Italia y Nueva Zelanda.