MÉXICO -- "La última experiencia que tuve con Carlos Hurtado fue cuando lo estuve buscando para que me colocara en algún equipo, y me puso muchos "peros". La verdad, me estuvo "bateando" y ya nunca lo volví a ver. Eso a mi me dio mucho coraje, pues conmigo se metió mucho dinero", fueron las palabras de un reconocido ex futbolista de uno de los equipos más importantes del fútbol nacional.
Y así como él, hay muchos jugadores de renombre que en su momento han sido usados por algunos promotores, muchos de ellos sin escrúpulos, que "los han exprimido hasta dejarlos secos", como hace unos días expresara a ESPNdeportes.com el futbolista en activo Braulio Luna, quien actualmente defiende la camiseta del San Luis.
"Yo quiero ganar tanto, gánate lo que tú quieras', le decía yo siempre a Carlos (Hurtado); o sea que yo ponía la cantidad que quería sacar libre, y sobre sus ganancias nunca supe, no me interesaba", añadió nuestro entrevistado, quien prefirió guardar el anonimato.
De hecho, quien desde las sombras nos hace estas revelaciones, afirmó: "Normalmente, yo con Carlos me arreglaba por teléfono, pero que yo me haya sentado a platicar con él, que hayamos ido a comer, o algo, eso nunca pasó".
Hay quienes pretenden separar la palabra "promotor" de "representante", o "agente" de jugadores; sin embargo, eso es lo menos importante de estos peculiares y cada vez más necesarios personajes en el fútbol. En todo caso, lo más importante es la forma en que lleven a la práctica sus funciones.
Es justo mencionar que contactamos a muchos jugadores en activo y en retiro, para que platicaran de este tema, pero la gran mayoría se resistió a hablar, argumentando que sólo conocen de nombre a Hurtado y Lara.
"No, pregúntame de otra cosa, pero comprenderás que de eso no puedo decir nada", fue la excusa de alguno de ellos.
Todo esto deja dos cosas en claro; la primera, que debido al peso y a la influencia que tienen los promotores en el balompié azteca, lo mejor es no hablar, si es que se quiere seguir haciendo carrera en este deporte, que para un buen número de ellos representa su único modo de subsistencia.
Y la segunda, que muchas veces hacer negocios con un empresario de fútbol, no significa que se esté alimentando una amistad.
En tanto, Braulio Luna fue sincero al señalar que él le hace ganar a su
representante José Manuel Sánz el diez por ciento de la ficha de su
contrato, pues asegura que su relación con el promotor de origen español es
de mucha confianza. Éste le entrega las cuentas claras y hasta lo aconseja
en torno a cosas que él no entiende.
INFLAN A LOS JUGADORES
Hasta hace poco teníamos la falsa creencia de que los directivos eran los que habían inflado el fútbol, donde las cifras que actualmente se manejan son elevadas.
Ahora sabemos que estábamos equivocados, pues son los promotores quienes comienzan a poner el desorden.
En muchos casos llegan a los dirigentes ofreciendo a un jugador en una cantidad que no es la misma que les dio su club de origen, y muchas veces los directivos que compran contribuyen en negociaciones turbias, pues junto con los promotores tasan a los jugadores en una cifra distinta a la que fueron adquiridos y esa es la que presentan.
Y no es que todos los promotores estén cortados con la misma tijera; no
dudamos que los haya honestos y con valores morales, aunque
extrañamente prefieren no aparecer en público.
Muchos de ellos sólo se preocupan por levantar el teléfono para negociar,
ya que tienen "tentáculos" para llegar a los equipos; es decir, otros se
encargan de dar la cara por ellos.
UN NOMBRE HASTA AHORA NO REVELADO
Desde que Cuauhtémoc Blanco abriera la boca para culpar a Lara y
Hurtado de la crisis en que viven sumergidos algunos conjuntos del fútbol
mexicano (América entre ellos), se ha vuelto a levantar una gran
controversia alrededor de los dos empresarios, sin que nadie se haya
atrevido a mencionar a un tercero en cuestión, el cual es casi tan importante
como los otros dos en el mercado de transacciones.
Se trata del Pinza Vidal, un empresario de origen argentino que está
involucrado en muchas de las transferencias más destacadas del fútbol
nacional. Esto, sin olvidar que el fútbol ha crecido y se ha comercializado
tanto, que los promotores pululan por todos lados, y a veces tienen
participación dos, tres y hasta cuatro en una sola transacción.
Carlos Vidal se ha estacionado en este balompié desde hace muchos años y
suele estar presente en cada draft que se realiza.
Al Pinza Vidal se le ve siempre muy activo en el salón de negociaciones,
donde curiosamente tienen permiso para entrar la mayoría de los
promotores, pero no los jugadores (que irónicamente, son los que generan
el fútbol) y mucho menos los periodistas.
Es conocido y respetado por directivos y técnicos, y según se dice, es una
"chucha cuerera" para los traspasos de jugadores.
Sin embargo, éste se mantiene al margen de los Lara o los Hurtado, quienes
hace algunos años se enemistaron, pero actualmente hacen negocios juntos.
¿QUIÉN ES QUIÉN?
Pero, ¿quién es quién a la hora de que los clubes se "arman"?
Desde hace muchos años se ha relacionado a Carlos Hurtado con Cruz
Azul, y los nexos de este poderoso empresario con el América no
concluyeron con la salida de Manuel Lapuente de la institución.
Se sabe que cuando Brailovsky todavía dirigía a los emplumados, el propio
Guillermo Cañedo le pidió que le recibiera la llamada a Carlos Hurtado; de
ahí se derivaría la llegada de Ríchard Núñez al equipo.
Hurtado y/o Lara le consiguen los equipos, y/o los jugadores, a
Manuel Lapuente, Luis Fernando Tena, Mario Carrillo, Raúl Arias,
Benjamín Galindo y Fernando Quirarte, entre un sin fin de gente.
Que La Volpe, Álvaro Dávila y Alberto de la Torre suelen hacer tratos con
El Pinza Vidal.
Que Leo Rodríguez es el promotor de cabecera de Luis García, y Pedro
Massacessi lo es de Miguel Herrera.
Hay directivos o entrenadores de fútbol a los que se les considera
"universales", ya que no están "casados" con un promotor en especial y
están abiertos a todas las posibilidades, siempre y cuando les convenzan los
jugadores que les presenten.
En este rubro se encuentran dirigentes como Jesús Martínez, José Antonio
García, Antonio Leaño y Antonio Leonardo, así como técnicos de la talla de
Enrique Meza, José Guadalupe Cruz, Tomás Boy, Sergio Bueno, Daniel
Guzmán e Isaac Mizrahi.
Algunos futbolistas extranjeros han llegado a México sin la intervención de
los citados promotores, aunque eso sí, muchas veces deben "aprobar" la
entrada a los clubes de elementos que vienen de fuera sin ser forzosamente
ellos quienes los traen, o los manejan.
Bruno Marioni es representado por su paisano Claudio Curti, Fernando
Felicevic fue quien se sentó a negociar con el Monterrey por los servcios de
Humberto Suazo y José García es responsable de la vuelta de Robert de
Pinho al fútbol mexicano.
Asimismo, José Manuel Sánz llevó a Cuauhtémoc Blanco a la MLS de
Estados Unidos, Enrique Nieto maneja al mexicano que milita en el
Barcelona, Rafael Márquez, mientras que Eduardo Hernández representa a
Carlos Salcido, del PSV Eindhoven.