MÉXICO -- Hace un año Alejandro Vela vivió un descenso con el Atlante. La vida dio vueltas de repente y ahora está en una situación en la que con una victoria con Cruz Azul, causará el descenso de Leones Negros. La situación se torna doblemente difícil para el jugador, pues en la U de G juega Marcelo Alatorre, el hermano de su esposa.
"Es desafortunado. Me dolería mucho que descendieran ellos, pero me dolería más que nos quedáramos fuera de la Liguilla con Cruz Azul", expresó Vela en entrevista con ESPN.com.mx.
"Es muy difícil. Primero, porque mi cuñado [Alatorre] juega en Leones Negros y me costaría mucho trabajo pensar que está en tus manos descenderlos, porque en sí ellos no dependen ni de que ellos ganen. Al llegar a esta fecha sin el boleto a la Liguilla asegurado, tampoco podemos regalar nada ni un segundo.
"Va a ser un partido de mucha tensión, en el que ellos se van a jugar la vida. Va a ser muy ríspido, muy luchado, van a jugar la última pelota como la última y va a ser muy complicado. Tenemos que igualar esa intensidad y obviamente con la calidad que tenemos, hay que pensar en superar este partido", añadió el mediocampista.
Vela asume que la encomienda será complicada. En el Azul, espera un partido con la tensión en su máximo nivel. Leones buscará la permanencia a como dé lugar y Cruz Azul su pase a la Liguilla. Cada uno va a pelear por sus intereses, aunque pertenezcan a la misma familia.
"Él tiene que pensar en dejar la vida por su equipo, jugar su mejor partido, dejarlo todo en la cancha, son situaciones que ya no están en manos de uno. Hasta de estas situaciones se aprende y le he dicho que juegue cada partido como una Final, que se olvide de lo demás y lo que tenga que pasar así va a ser", indicó, al tiempo que analizó que en el futbol nada está escrito, por lo que el mejor en el campo será el que se quede con los tres puntos.
"Si juegan mejor que nosotros tendrán posibilidades de ganar, pero en este caso lo difícil es decirle que nosotros también nos vamos a jugar la vida y que también dependemos de ganar y jugar bien para estar en la Liguilla y pelear por el campeonato que es lo que exige la institución", recordó.
SUS RECUERDOS DEL DESCENSO
Alejandro, de 31 años, hace un año descendió con el Atlante y compartió la experiencia. En un inicio, hasta dudó del futuro de su carrera, pues no tenía garantizada su continuidad con Cruz Azul, que lo prestó con los Potros durante un año, pero cuando regresó, ya se le había vencido su contrato.
"Sin duda. Estaba a préstamos con Atlante, terminé contrato con Cruz Azul y no tenía garantías de nada. Ya estaba pensando en quedarme en Atlante si así lo querían ellos y lo más remoto era regresar a Cruz Azul, que gracias a Dios se dio y estoy muy agradecido", expuso.
Entre las cosas más difíciles por superar es el prestigio que se juega con un descenso de por medio, compartió el hermano mayor de Carlos Vela.
"Llegando al vestidor sabíamos que estábamos descendidos matemáticamente, hubo muchas lágrimas, nadie hablaba y no había nada que decir, unos consolando a otros. Se vive algo muy tenso, porque además de jugar para un equipo de la categoría del Atlante, está el prestigio de uno como jugador y uno queda como que manchado, con una etiqueta de haber estado en un equipo descendido; son muchos factores que envuelven un descenso y es lo peor que se puede vivir como jugador", apuntó.