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Llegó la prueba del segundo año para Geno Smith con los New York Jets

FLORHAM PARK -- La luna de miel de novato de Geno Smith se ha acabado, y ahora es tiempo de probar su templanza en el enorme mundo de la presión y las expectativas, al estilo NFL. El escrutinio de la temporada pasada no es nada en comparación a lo que enfrentará en los meses siguientes con los New York Jets.

Sus jefes no serán tan pacientes como el año pasado, cuando los errores del mariscal de campo fueron justificados con la juventud y poca familiaridad con el sistema. La excusa "Geno no cuenta con suficientes armas", aunque él nunca la utilizó, ya no aplica.

Como fue prometido, los Jets realizaron una limpia extrema del lado ofensivo del balón, que necesitaba con urgencia un cambio. Firmaron a Eric Decker, para algunos el mejor receptor abierto disponible en la agencia libre. Sumaron a Chris Johnson, uno de los corredores más productivos de la NFL a lo largo de las últimas seis campañas. Reclutaron a Jace Amaro, el ala cerrada más prolífico a nivel colegial el año pasado.

Sistemáticamente, realizaron una adquisición significativa tras otra en todas las posiciones de habilidad, y ahora depende de Smith galvanizar ese talento y dar a los Jets una ofensiva que no celebre puntos como victorias morales.

Los Jets vieron suficiente promesa en Smith, sobre todo a lo largo de los últimos cuatro partidos, para convencerles que valía la pena darle otra oportunidad como mariscal de campo. En lugar de enviarlo a la banca, algo que hubieran hecho algunos equipos impacientes, le entregaron un mejor equipo a su alrededor.

Al tiempo que elevaron el talento que lo acompaña, crearon la "narrativa Geno", una postura organizacional en la que todo mundo, desde el propietario Woody Johnson al coordinador ofensivo Marty Mornhinweg, se aseguró de elogiar públicamente a Smith. ¿Cuántas veces ha dicho Rex Ryan al universo que Smith será "difícil de superar "?

Michael Vick prácticamente concedió la titularidad a Smith, diciendo que no lo ve como una competencia abierta. Tiene razón, no lo es. Los Jets firmaron a Vick para servir como reserva/mentor/póliza de garantía. Fue un movimiento inteligente que les da una alternativa viable, pero seamos honestos: es el show de Smith. Reconstruyeron a esta ofensiva para él, y ahora él debe entregar. Geno se va si fracasa.

"Toda la presión estará sobre Geno, sólo porque se trata del mariscal de campo titular", dijo el receptor abierto David Nelson durante la primera disponibilidad ante los medios del equipo durante la temporada baja. "Es el elegido. Es el tipo con el balón. Es el líder de nuestra ofensiva".

Para ser justos, Nelson admitió que Geno no podrá hacerlo solo, que necesitará ayuda de quienes le rodean. Eso es verdad, pero la calidad de la ayuda es mejor que hace un año, cuando el grupo de receptores --marginal, cuando llegaban a estar sanos-- estaba tan golpeado que agentes libres de la calle tomaron roles clave.

Smith nunca lo utilizó como excusa. Simplemente siguió adelante, lanzando sus intercepciones, hasta que finalmente se prendió el foco. El chico se mantuvo firme, soportando un caso agudo de dolor por maduración. Los tiempos difíciles deben ayudarle en el futuro, que ha llegado ahora.

"Tener 16 encuentros en mi historial realmente rendirá sus frutos", declaró el joven pasador.

A Smith se le preguntaron algunas cosas respecto a las nuevas adiciones y la potencial mejoría a la ofensiva, y las rechazó como Henrik Lundqvist lidiando con un tiro del puck. El mariscal de campo fue cuidadoso de no emocionarse de más, porque esa emoción agrandará las expectativas, lo que significa más presión para él.

Demasiado tarde. No importa lo que diga o no diga, se espera que Smith se mejor en el segundo año. Si puede de alguna manera revertir su tasa de touchdowns contra intercepciones (12-21), los Jets serán equipo de playoffs.

Las prácticas de temporada baja no inician hasta la semana entrante, pero Smith ya ha demostrado un mayor comando de su reunión en sesiones modificadas, de acuerdo a sus compañeros. Hace un año, las Xs y Os de los Jets le eran extrañas porque tenía pocos antecedentes en una ofensiva de estilo profesional.

"Hay una presencia diferente con él, un aura diferente", dijo Nelson. "Está siendo más intuitivo y mucho más autoritativo. De un mariscal de campo, es lo que esperas".

Excepto por Amaro, Smith será el jugador en posición de habilidad más joven en su reunión. Se trata de un grupo veterano con la oportunidad de pasar de ser una mala ofensiva a llegar al medio del camino, si todo sale bien.

Si Johnson puede recuperar su forma CJ2K.

Si Decker, la opción Nº 3 de Peyton Manning en Denver, puede hacer la transición al rol de receptor Nº 1.

Si Amaro puede emular a Rob Gronkowski.

"Luce bien sobre el papel, ¿no es así?", preguntó Nelson. "Lástima que los partidos de fútbol americano no se juegan sobre el papel. Ahora debemos acomodar las piezas juntas. Tenemos toneladas y toneladas de talento y capacidad para cambiar encuentros. Si no estamos maximizando a esos jugadores, vamos a estar fallándole a este equipo de fútbol americano".

Mornhinweg sabe lo que hace. La mira está sobre Smith para justificar la fe de la organización en él. Si no, no va a durar mucho en el puesto. Con Vick, los Jets tienen a un legítimo Plan-B, así que no necesitan pasearse todo un año en los hombros de Smith.

"Entrando al segundo año", sentenció Smith, "yo no me voy a presionar a mí mismo".

No hace falta. Sobran las personas que lo harán.