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El relevo de cazamariscales es el aspecto a seguir en los Bears

MÉXICO -- La culminación de una temporada que los llevó a disputar el pase a los playoffs en la última fecha, aunado al año de debut de su entrenador en jefe, Marc Trestman, motivó a los Chicago Bears a apostar por la continuidad de sus posiciones clave, aunque llegan con una baraja fresca en una fase de identidad pesada: la presión al pase.

Julius Peppers abandonó las instalaciones de Chicago y firmó un buen contrato no muy lejos: en Green Bay. Los Bears firmaron a cuatro alas defensivas en la agencia libre y reclutaron a dos tackles defensivos en el draft, aunque su enfoque se mantuvo en el perímetro, toda vez que renovaron al esquinero veterano Charles Tillman y utilizaron su primera selección en el esquinero Kyle Fuller de Virginia Tech.

No olvidemos que el mejor mariscal de campo de los Bears en la temporada pasada, Josh McCown, abandonó la plantilla y tomó camino a los Tampa Bay Buccaneers, lo cual indica que estamos a las puertas de un año más en que la confianza vuelve a ser plena en la salud y desempeño de Jay Cutler.

LA ADICIÓN CLAVE
En la categoría de los alas defensivas por los que Chicago apostó en la temporada baja, Jared Allen y LaMarr Houston son quienes ingresan por la puerta grande. Allen pasó seis años como rival divisional de los Bears en Minnesota, y llega con pleno conocimiento de la NFC Norte y un tremendo aporte de experiencia para la línea defensiva.

Si bien no es el mismo del 2011 --cuando registró sus mejores cifras en capturas con 22--, al punto que los Vikings prescindieron de él, Allen encabeza el grupo de su posición que se perfila como uno de los más profundos en la NFL. Willie Young e Israel Idonije, aportan una banca confiable. Además, los Bears renovaron a los tackles Jeremiah Ratliff y Nate Collins.

LA MAYOR PÉRDIDA

Aunque Peppers es uno de los mejores cazamariscales en la época reciente, sus números con Chicago no marcaron diferencia en relación a la expectativa que generó desde su arribo al club en el 2010. Por ello me voy a aventurar y remitir a las evidencias más recientes para asegurar que la salida de McCown lastima más a Chicago.

Es evidente que hablamos de un suplente sublimado que a lo largo de su carrera no tenía más que un puñado de juegos memorables antes de ingresar por Cutler la temporada pasada, pero me veo obligado a respaldar mi postura del 2013 --cuando pedía que McCown se quedara aunque Cutler estuviese recuperado-- y recordar que el veterano registró el mejor índice de pasador en la NFL.

También reconozco que Trestman es un gurú de mariscales y que el gran nivel de McCown pudo corresponder a una compaginación con su head coach en el momento adecuado, sin embargo, no conozco un aficionado de los Bears que hoy esté seguro de poder contar con Cutler todo el año, ni qué decir de Jordan Palmer.

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EL DIAGNÓSTICO
Durante la temporada del 2012 se hablaba de una dinastía defensiva que, no obstante, quedó fuera de los playoffs y le costó el puesto a Lovie Smith. Ahora, Trestman ha cambiado la filosofía y dejó en manos del departamento de visores la labor de reforzar la unidad defensiva. La adición de Allen, Houston e Idonije brinda certeza, mientras que la línea ofensiva se mantiene y adquiere experiencia.

Chicago también perdió al receptor Earl Bennett pero cuenta con Alshon Jeffery, quien ingresa a su segundo año, y Brandon Marshall: quizá la mejor dupla de receptores en la NFL. Fuller podría un titular de impacto si Tim Jennings tiene un año lento, pero es seguro que lo veremos en paquetes de perímetro ampliado.

Será imperdible atestiguar a Allen en colisiones con sus ex compañeros de Minnesota, mientras que resulta el mismo atractivo ver a Cutler escapar de Peppers, no obstante y más allá de las adiciones, no veo a un Chicago que haya dado el paso extra en comparación a sus rivales de división, por lo cual la temporada fácilmente es otra incógnita con los Bears, lo mismo que la última de Lovie y la primera de Trestman.