MÉXICO -- Los Pittsburgh Steelers se encuentran en medio de una transición que deberá apoyarse de la mayor cantidad de ajustes y refuerzos para brindar certeza, toda vez que el mantenimiento más notorio lo están implementando en una de sus fases más representativas e influyentes de su historia: la defensiva.
En un año más donde vieron partir elementos veteranos que marcaron la identidad del equipo y vivieron los campeonatos más recientes, los Steelers dan continuidad a la estrategia de draft que comenzaron en el 2013, cuando reclutaron al apoyador Jarvis Jones y al corredor Le'Veon Bell, por mencionar los más importantes.
LA ADICIÓN CLAVE
La primera ronda de draft de los Steelers volvió a atraer un apoyador de alto perfil listo para alinear en la NFL y generar impacto, así como fundar identidad nueva. Ryan Shazier de Ohio State llega para asumir la posición de apoyador interno a un costado de Lawrence Timmons y en un grupo que ya cuenta con Jarvis y vio la renovación de contrato de Jason Worilds, quien tuvo una gran temporada en 2013.
Shazier no tardó en ganarse los elogios de sus compañeros veteranos e impresionar con sus cualidades atléticas, mismas que han influido en la velocidad de la defensiva y han llamado la atención de líderes como el mariscal de campo Ben Roethlisberger.
El propio coordinador defensivo del club, Dick LeBeau, piensa que la clave para revertir la decadencia defensiva que los tiene con temporadas consecutivas de 8-8, es añadir agilidad. La selección global N° 15 del último draft se asoma como el mejor aporte a esa filosofía, además de ser la apuesta para, junto con Jarvis Jones, heredar la idolatría defensiva de esta franquicia.
Mención especial para una adición en el personal de entrenamiento: el ex jugador Joey Porter, hoy asistente defensivo del club, de quien se habla ha traído una nueva actitud entre los jugadores y ha tomado como protegido a Jones.
LA MAYOR PÉRDIDA
Aunque líneas arriba mencionaba que la partida de veteranos clave exige la renovación del rostro defensivo en Pittsburgh, es difícil imaginar que los refuerzos se queden cortos en su labor de suplencia. Esa proyección no se puede lanzar tan fácilmente para el caso de la ofensiva, la cual perdió al segundo mejor receptor del equipo tras su máximo desempeño personal en cifras.
La partida de Emmanuel Sanders será dolorosa para Pittsburgh porque genera un hueco en el N° 2 de las alas abiertas. Si bien hallaron una mina de oro en Antonio Brown tras la salida de Mike Wallace en el 2013, Brown carecerá de un compañero espejo que exude seguridad en la cobertura sencilla si al estelar le envían más oponentes encima.
Sanders firmó su mejor campaña profesional en el 2013 con 740 yardas aéreas y seis touchdowns, cuota que lo convirtió en una víctima del tope salarial pero le ganó un contrato en los Denver Broncos.
EL DIAGNÓSTICO
De vuelta al tono de la defensiva, los Steelers dijeron adiós a dos elementos de campeonato con el apoyador Larry Foote y el profundo Ryan Clark. Foote se marcha a los Arizona Cardinals y Clark jugará con los Washington Redskins por segunda ocasión en su carrera.
Shazier hereda la posición --y el número-- de Foote, quien sólo jugó un partido el año pasado mientras que Mike Mitchell, quien pasó el último año con los Carolina Panthers, tomará el puesto de Clark.
La planeación de Pittsburgh para suplir a sus figuras y nombres de alto perfil no comienza ahora. Ya lo habían vivido con James Harrison un año antes y encontraron una buena esperanza --para aficionados y directivos-- en Jarvis Jones. Por ello es importante voltear más al draft de Pittsburgh que a su agencia libre en esta temporada baja.
En la segunda ronda, Pittsburgh recluta al ala defensiva Stephon Tuitt para competir con Cam Thomas, agente libre ex de los Chargers, en el sistema 3-4, donde su papel será generar espacios para Jones y Shazier, así como "abultar" la carrera. Sus 6'5" y 304 libras le abren una ventana en el terreno de la agilidad y la competencia uno a uno. Además, en la tercera ronda Pittsburgh tomó al corredor Dri Archer --de ahí la referencia a Bell-- para añadir una carta más a la rotación de ataque terrestre.
Los Steelers por fin se deshicieron de Jonathan Dwyer y contrataron al mejor elemento por tierra que tuvieron los New England Patriots en la segunda mitad de la temporada pasada: LeGarrette Blount. La presencia de Bell y Archer presenta un potencial de corredores mucho más talentoso a cualquiera que hayan tenido los Steelers desde el 2010.
Lamentablemente para Roethlisberger y compañía, esa parece la carta más fuerte que presenta Pittsburgh como trabajo de temporada baja a la ofensiva, toda vez que las adiciones aéreas, encabezadas por Darrius Heyward-Bey y Lance Morre, no generan un sentimiento de promesa ni mucho menos el perfil para llenar los zapatos de Sanders.
La esperanza para los aficionados puede radicar en la nueva confección defensiva, la cual ha sufrido pero no ha llegado a un punto bajo que dicte reconstrucción, sólo relevos y aire novato plagado de talento.