MÉXICO -- Hacia el cierre de un verano diametralmente opuesto al pasado, los Tampa Bay Buccaneers ingresan a la temporada como uno de los equipos que mayor mejoría perfilan en el 2014.
El coach Lovie Smith se estrenará al frente de los Bucs en un regreso a sus raíces como entrenador de la NFL. Smith ingresa en sustitución de Greg Schiano, quien fuese despedido por el club tras un segundo año de marca negativa que dejó un vacío profundo en el accionar ofensivo de la plantilla.
Smith, ex entrenador en jefe de los Chicago Bears, formó parte del personal de entrenamiento de Tony Dungy cuando los Bucs vieron su época dorada en la defensiva Tampa 2. Ahora, con 10 temporadas de experiencia como head coach, Smith llega al barco pirata para brindar calidez a una franquicia que lleva más de una década en la congeladora.
¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DE LA OFENSIVA?
Al tocar el tema del daño que causó Schiano a la ofensiva, trato directamente el pleito que se desarrolló a estas alturas del año pasado con el mariscal de campo Josh Freeman. Freeman, reclutado en el 2009 con la intención de fundar un nuevo rostro de la franquicia, vio su aspiración interrumpida con un viaje a la banca y su eventual corte del equipo.
El entonces novato Mike Glennon terminó el año lanzado como titular para los Bucs y en 13 salidas lanzó 19 touchdowns por nueve intercepciones. De la mano de Glennon, Tampa Bay ganó cuatro juegos y perdió nueve; en una de esas victorias --ante los Buffalo Bills-- el mariscal de campo tuvo un porcentaje de pases completos alrededor del 36 (nueve de 25).
En medio de una purga de jugadores que ayudaron a Glennon el año pasado, y con el conocimiento de la curva de aprendizaje del joven lanzador, el coach Smith optó por reencontrarse con el veterano Josh McCown, ex pasador suplente en los Bears que durante su periodo como titular el año pasado, rompió las estadísticas de la NFL.
Dos años y 10 millones de dólares se ganó McCown tras su año de rebote (1,829 yardas en ocho juegos; 13 touchdowns y una intercepción), y Smith quiere que la transición de los Bucs a un equipo ganador se ayude gravemente del mariscal de campo de 35 años, quien podría jugar su última carta como profesional.
La rotación de corredores, una de las categorías donde más sufrieron los Bucs, deberá mejorar ampliamente con el regreso del lesionado Doug Martin. En el 2012, Martin tuvo una temporada de novato que puso a soñar a los aficionados, sin embargo, sostuvo una lesión de hombro que interrumpió su acelerado ritmo y puso fin a su campaña tras seis semanas.
Martin será el titular al frente de Bobby Rainey y Mike James. Rainey asumió el puesto tras la lesión de Martin y terminó el año con 532 yardas y cinco anotaciones (los Bucs registraron seis totales), mientras James dio el partido de su vida ante los Seattle Seahawks en la Semana 9 con 158 yardas en 28 acarreos.
Más adelante, hablaremos del novato Charles Sims, quien fue reclutado para mejorar la producción terrestre del grupo (22° en la NFL durante el 2013), mas se topó con un contratiempo.
En el frente de los receptores, los Bucs deberán acoplar rápidamente al novato de primera ronda Mike Evans. Con la salida de Tim Wright, Tiquan Underwood y Mike Williams, Evans será el 2° receptor en espejo al veterano Vincent Jackson, quien lideró al grupo en el 2013.
A inicios del campamento, Evans comenzó lento a causa de una lesión en el tendón de la corva (muslo), sin embargo, los coaches se mostraron satisfechos con su fortaleza y habilidad de terminar jugadas. Lo negativo es que Evans no se ha alineado en una sola formación de temporada regular y ya se habla de él fuera del campo, toda vez que emergió un video en la red donde se le ve peleando con guardias de seguridad en un club de Miami.
La filosofía de Lovie Smith tendrá que hacer efecto inmediato para que el egresado de Texas A&M entienda rápidamente que se terminaron los juegos.
La línea ofensiva podría ser el mayor tema en el equipo. El guardia All-Pro, Carl Nicks, se marchó del equipo tras firmar un acuerdo por lesión y los Bucs comenzaron a sondear el mercado. La plantilla ganó un elemento probado en sus años dorados con la adición de Logan Mankins vía canje.
El guardia, seis veces jugador de Pro Bowl, tendrá que ajustarse rápidamente a la nueva línea ofensiva, pero con 10 temporadas bajo el brazo es un hecho que los Bucs crecerán alrededor de él, al menos en sincronía y colaboración.
¿QUÉ PODEMOS ESPERAR DE LA DEFENSIVA?
Con Lovie Smith operando es un hecho que la apuesta defensiva de Tampa Bay es abandonar la medianía y comenzar a aterrizar jugadas grandes. El apoyador Lavonte David puede ser la punta de lanza en la planeación del coach y del coordinador Leslie Frazier.
Apegados a nuestra tradición comparativa en los deportes, la presencia de personajes que hicieron historia y su posibilidad de repetirla no tarda en asomarse. Al menos así lo esperan los aficionados Bucs, quienes sueñan con la reencarnación de Derrick Brooks en la figura de David.
Y ahí no queda todo. El tackle defensivo Gerald McCoy ya tiene a muchos inmersos en el recuerdo de Warren Sapp.
Ambas leyendas ya forman parte del Salón de la Fama, una aspiración tremenda que quizá halló su primer paso con la selección All-Pro que se ganaron McCoy y David en el 2013; el regreso al sistema Tampa 2 que Smith está implementando en los Buccaneers ofrece un dibujo alentador pero que necesita un apoyo colectivo.
La firma del esquinero Alterraun Verner, quien viene de su mejor año profesional con cinco intercepciones, sólo significa mayor solidez bajo el ala del nuevo entrenador en jefe, quien en Chicago hizo de Charles Tillman un veterano consistente y aterrador para los rivales.
Pat Yasinskas, reportero de ESPN.com para los Bucs, compartió que los coaches ven un gran futuro en el profundo Mark Barron, aunque la baraja de nombres se reduce más allá de los citados. Es importante recordar la calidad de las ofensivas que enfrentarán en la NFC Sur, donde Drew Brees se muestra más fino que nunca y Matt Ryan va por su revancha.
DESDE LA ENFERMERÍA La noticia más grande en la temporada baja de los Bucs fue la reincorporación de Martin para alzarse con el puesto de corredor titular. Antes de su cirugía de hombro, Martin estaba en ritmo de alcanzar 1,200 yardas terrestres, aunque su producción de anotaciones fue mínima (1).
Martin vio su año interrumpido 10 semanas antes y su poca aportación en el marcador llevó a pensar que sus mejores vistazos como corredor versátil estaban por extinguirse. La confianza en Martin como jugador de tres oportunidades se vio nublada con la adición de Sims vía draft, no obstante, el novato se lesionó y volverá avanzado el año.
Smith y el coordinador ofensivo Jeff Tedford, tendrán que fijarse claramente en las habilidades que llevaron a Martin a vestirse de estelar en su primer año, ya que si logran retomar su versatilidad y potencian una buena química con McCown, el joven corredor podría convertirse en el eje ofensivo de Tampa Bay.
En el apartado de la lesión de Sims, los Bucs sólo pueden interpretarlo como un gatillo para el control de daños, toda vez que su llegada al club significó una estrategia para impulsar a Martin y cooperar como doble amenaza.
PRONÓSTICO PARA EL 2014
Los reportes desde Tampa, Florida, hablan de un equipo tranquilo y ordenado... un equipo de Lovie Smith. Estoy convencido que la filosofía del entrenador llevará a los Buccaneers a ser un participante convincente para soñar en la pelea de un Comodín, sin embargo, la NFC Sur es una división impredecible que cada temporada ve a sus equipos en disparidad con sus planes.
Smith podría ser víctima de un ascenso intempestivo de los Falcons tras su desastroso 2013. Los Saints están bien compaginados y presentarán una defensiva temible en el segundo año de Rob Ryan como coordinador. Los Panthers fueron el equipo sensación del año pasado gracias a su dominante juego defensivo y al dinamismo de Cam Newton. La división es una moneda en el aire.
Al mismo tiempo que sus rivales construyen, Smith prometió a los aficionados que la intención es ganar ya. Reconoce que la paciencia se ha agotado y no se atreve a pedir tiempo de adaptación. Entendamos que el tipo lleva casi 150 días en el puesto y los jugadores lo respaldan, así que es ahora o nunca para Tampa Bay: récord ganador o fracaso. Al menos así lo pintan dentro de sus instalaciones.
Sinceramente, no imagino una horda enardecida de seguidores Bucs si las cosas terminan en .500 como resultado de una reconstrucción, pero eso no encaja en el proceder de Smith, un ganador que perdió su puesto en Chicago tras una temporada de 10 victorias.
Si hablamos de revanchas, Lovie Smith va por la suya.