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Piri Weepu, la figura del Mundial de Nueva Zelanda 2011

Picardía, astucia y precisión, el cocktail vital de Piri Weepu con el seleccionado negro. Getty images

BUENOS AIRES -- Con Dan Carter, Richie McCaw, Sonny Bill Williams, Israel Dagg, Ma'a Nonu y Mils Muliaina en el plantel de Nueva Zelanda que se coronó campeón del mundo por segunda vez en la historia, nadie hubiese imaginado la dependencia de Piri Weepu para llegar a la final frente a Francia, ganarla y festejar otra vez en el Eden Park luego de 24 años.

Sin embargo, a los 28 años el medio scrum con su 1,78 m de altura, 96 kilos, barba desprolija y medias bajas, cumplió un sueño inimaginable en su primer Mundial y se transformó en la gran figura en una formación repleta de estrellas.

La previa de la Copa del Mundo no le fue nada fácil para el jugador que disputaba el Super Rugby con los Hurricanes. En un país en el que rugby es parte de su ADN más puro y abundan jugadores para armar tres selecciones de primerísimo nivel, todo se analiza cuidadosamente a la hora de posibles llamados para disputar el certamen más importante del planeta con la camiseta de los All Blacks. Por eso, la fractura en unas de sus piernas ante Taranaki en Wellington a pocos meses de disputar la William Webb Ellis de 2011 fue una preocupación muy grande en la lucha por la camiseta número 9. En su vuelta, tras seis meses de recuperación, volvió a jugar, se ganó el puesto y fue el hombre que lideró el pack en el último Tres Naciones que obtuvo Australia.

El respaldo del coach Graham Henry para integrar el grupo mundialista y el haber jugado en el campeonato previo de los potencias del hemisferio sur no significaba la titularidad para todo lo que venía. A la hora de saltar la cancha como medio scrum, era la tercera opción detrás de Jimmy Cowan y Andy Ellis, titulares en los dos primeros duelos contra Tonga y Japón. Recién en el tercer partido por el grupo contra Francia, donde el local ganó claramente 33-17, el jugador con origen maorí conformó el equipo titular y no lo abandonó nunca más.

Es cierto, las lesiones de Dan Carter y Colin Slade, más la juventud de Aaron Cruden para tomar ciertas responsabilidades le abrieron un camino muy importante, más allá de estar familiarizado con la posición de apertura. A partir de ahí, Piri Weepu continuó dentro de la formación como medio scrum pero el rol al encargarse de los envíos a los palos fue clave. Frente a Los Pumas y Australia en cuartos y semifinales respectivamente, el encargado de liderar a sus compañeros en el Haka , sumó 21 y 12 puntos respectivamente con sus patadas a los palos. Algo fundamental a la hora de sacar ventajas en una competencia donde los sistemas defensivos suelen ser cerrados, más aún en las instancias finales.

La final deslucida que ganó Nueva Zelanda 8-7 gracias al try del pilar Tony Woodcock y el penal de Stephen Donald, le sacó la posibilidad de lucirse nuevamente. Sin embargo, para Piri Weepu eso no era lo importante. Claro, el objetivo grupal estaba por encima de todo y se había cumplido después de 24 años de espera.

Además, más allá de tener ciertos altibajos lógicos en su carrera, el jugador que tiene 71 caps con la camiseta de los All Blacks y suma 103 puntos apareció en los momentos justos y los fanáticos, al igual que todos los medios, no dudó en colocarlo en lo más de la Copa Mundial de Nueva Zelanda en 2011.