BUENOS AIRES -- Edgar Felipe Pardo Castro (17 de agosto de 1990, Quibdó, Colombia), llegó al Olympiacos de Grecia en el último mercado veraniego europeo después de completar dos grandes temporadas en el modesto Sporting Braga de Portugal, y se adaptó a la perfección a lo que pretendía de él el joven entrenador del cuadro heleno, Marco Silva.
Silva (38) ubica a ‘Pipe’ Pardo sobre las bandas. Generalmente partiendo desde la izquierda cuando actúa como extremo, aunque según el rival puede comenzar como interior derecho. El chocoano retribuye la confianza del técnico lisboeta con despliegue, fútbol y goles. Indudablemente, la procedencia de Silva y que haya seguido detenidamente la evolución del exdelantero de Independiente Medellín en la primeira liga portuguesa, ha sido de gran ayuda al pelao cuyo juego llamaba tanto la atención hace 11 años en el club Las Gaviotas de Valledupar.
Lo que poca gente sabe es que Pipe, hijo único de Edgar, un funcionario del Ministerio de Justicia de Cali, estuvo a punto de firmar con River Plate de Argentina en dos oportunidades. La primera, cuando sólo tenía 8 años. Llegó al club de Núñez junto a Radamel Falcao García, samario como su padre, pero el inesperado fallecimiento de su mamá, Cielo Castro, psicóloga e intelectual humanista colombiana, provocó que su progenitor, obviamente muy afectado, dispusiera el regreso a Colombia e impidiera el posterior desembarco definitivo en Buenos Aires.
Las vueltas de la vida hicieron que en 2008 Pardo tuviera una nueva oportunidad de pasar a River, pero en esa ocasión fue el propio ‘Pipe’ quien a pesar de la tentadora oferta recibida, se negó a aceptarla. Había hecho buenos amigos en un campeonato juvenil disputado en Cali y eligió continuar su carrera en el cuadro verdolaga, al que había llegado un año antes. Deportivo Cali le había ayudado a superar una lesión importante que llenó de incertidumbre su futuro. Una avulsión de la espina iliaca (en la zona de la pelvis), sobre el costado derecho. Reponerse de ella, salir adelante, y mantenerse fuerte tras la pérdida de su mamá, fueron sus primeras dos grandes pruebas de carácter. Hoy, ‘Pipe’ Pardo es quien es en el fútbol y ha llegado a donde ha llegado por su enorme entereza, fe y constancia.
En la UEFA Champions League Felipe Pardo ya había completado un partidazo frente a Arsenal en la victoria (2-3) de los del Pireo en el Emirates, marcando un gol (32’) y regalando otro (asistencia a Finnbogason, 66’). Y este martes reincidió. Resultó el jugador sudamericano más destacado del día al emerger como una de las grandes figuras de su equipo en otro resonante triunfo (0-1) en calidad de visitante, frente al Dinamo de Zagreb en Croacia.
Pardo, portento físico de 1,78m y 84kgs, diestro, es una de las principales puntas de lanza de Olympiacos en el 4-2-3-1 que utiliza Silva. ‘Pipe’ realiza también un importante trabajo en el juego sin balón y se aplica en las tareas defensivas del equipo. El conjunto ateniense le pagó a Sporting Braga 2 millones de euros por su cesión y al cabo de la actual temporada podría pagar 7 millones de euros por su pase definitivo. Una progresión importante, tanto en el juego como en los números, teniendo en cuenta que el equipo portugués había abonado 600.000 euros a Independiente Medellín apenas dos años antes por sus derechos. Su nivel actual hace pensar que Felipe Pardo se merece la chance de ser convocado a la selección Colombia, y que si José Pekerman le suma al grupo de convocados, en un momento en el que la selección Colombia deja varias dudas en sus presentaciones, el chocoano aprovechará con creces la oportunidad.
‘Pipe’ Pardo coincidió en su día con Jackson Martínez en Independiente Medellín, y mantiene excelente relación con internacionales jóvenes como Quintero y Montero. El hecho de haber pasado por la selección juvenil hace que ya se conozca con algunos de los jugadores que están en la absoluta. Sea como fuere, el colombiano se convirtió en el jugador sudamericano con mejor rendimiento en este primer capítulo de la tercera jornada de la Liga de Campeones de Europa.