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Vistazo a dos posibles candidatos para el SB50: Patriots y Seahawks

Los New England Patriots se consagraron campeones tras ganar el Super Bowl XLIX. AP Photo

BRISTOL -- Pocos son los equipos en la NFL en los cuales el entrenador en jefe tiene la última palabra en decisiones de personal. Dos de ellos, Nueva Inglaterra con Bill Belichick y Seattle con Pete Carroll, representaron a sus respectivas conferencias en el pasado Super Bowl. No se ha repetido un Super Bowl entre los mismos equipos desde que Buffalo y Dallas se enfrentaron después de las temporadas 1992 y 1993, pero no es descabellado pensar que los Halcones Marinos de Seattle busquen la revancha frente a los Patriotas de Nueva Inglaterra. Ellos son mi siguiente par de candidatos a revisar para el Super Bowl 50.

Una vez más, aclaro que los equipos mencionados en esta serie de notas que publicaré en las siguientes semanas NO REPRESENTAN mis predicciones para la siguiente temporada, sólo candidatos a llegar al Super Bowl.

SEATTLE VS NUEVA INGLATERRA
A partir del 2001, cuando los Patriotas ganaron su primer Super Bowl, año tras año han sido fuertes candidatos a llegar y ganar el Super Bowl a pesar de los cambios de personal y entrenadores asistentes. Este año no será diferente. Siempre y cuando la combinación Bill Belichick-Tom Brady se mantenga intacta, seguirán entre los favoritos.

En el 2014, una de las razones principales del título de los Pats fue su defensiva secundaria. En el período de la agencia libre del 2014, firmaron a Darrelle Revis y a Brandon Browner. Browner estuvo fuera por suspensión las primeras cuatro semanas, y no fue coincidencia que fueron las semanas complicadas para Nueva Inglaterra. Tenían marca de 2-2 cuando Browner se incorporó al equipo. En el actual período de la agencia libre, Revis firmó con los Jets y Browner con los Santos. Otro baluarte de la defensiva, Vince Wilfork, quedó libre cuando los Pats declinaron pagarle una prima de 4 millones de dólares que habría activado la opción de su contrato para el 2015. Wilfork recién firmó con Houston.

Estos tres jugadores fueron claves en la campaña de Nueva Inglaterra, sobre todo en postemporada. Con Revis y Browner cubriendo de manera individual a los mejores receptores de sus rivales, la defensiva de pase fue de las mejores en la liga en la segunda mitad de la temporada. Wilfork ya no es el jugador que fue hace unos años, pero todavía era necesario bloquearlo con dos jugadores para neutralizarlo. Otra baja, quizás no tan mencionada, fue la de Akeem Ayers quien llegó en un canje con Tennessee. Como suele suceder con jugadores que son descartados por otros equipos y llegan a Nueva Inglaterra, Ayers destacó en el esquema defensivo de Belichick y Matt Patricia. Los lugares de Revis y Browner se disputarán entre Ryan Logan y Kyle Arrington, quienes fueron quemados en repetidas ocasiones durante el Super Bowl, y Alfonzo Dennard y Malcolm Butler quien logró la intercepción que le dio el cuarto campeonato a los Pats.

A la ofensiva, Shane Vereen que pudo haber sido el más valioso del Super Bowl firmó con los Gigantes. Su lugar lo toma Travaris Cadet quien llega de Nueva Orleáns. Cadet tuvo un papel similar en Nueva Orleáns, pero ahora estará en un sistema diferente y complicado. Ser la ruta de escape de Tom Brady es algo serio.

Del lado positivo, renovaron el contrato de Devin McCourty por cinco años más. McCourty tendrá una función más importante en el 2015, ya que tendrán que recurrir a más coberturas de zona debido a la ausencia de Revis y Browner.

Ofensivamente el plantel regresa casi intacto. La única baja hasta el momento es la de Vereen, aunque todavía queda por definir si renuevan o no a Dan Connolly, quien ha sido pieza importante en el centro de la línea ofensiva. Por primera vez en varios años, el grupo de receptores de Brady regresa intacto.

A diferencia del 2014, cuando llegaron jugadores de renombre como Browner y Revis, la directiva de los Patriotas se enfocó en jugadores que han sido por lo general suplentes en otros equipos. Esperan que con la dirección estratégica y esquemática que recibirán, y la motivación de lograr mejores contratos en el futuro, estos refuerzos que incluyen entre otros a Jabaal Sheard, Bradley Fletcher y Chimdi Chekwa, den dividendos.

En resumen, en este momento los Patriotas, en una división en la que todos sus rivales se han reforzado hasta los dientes, se perfilan como un equipo que se enfrascará en duelos ofensivos de muchos puntos semana tras semana. Siempre y cuando Tom Brady esté al frente de la ofensiva, serán favoritos para ganarlos.

El caso de Seattle es similar. Después de pasar por una racha difícil en las primeras semanas de la temporada cuando perdieron en semanas consecutivas y tenían marca de 3-3, después de haber traspasado a Percy Harvin a los Jets. Con casta de campeón y el orgullo de un menospreciado, procedieron a ganar 11 de los últimos 12 partidos de la temporada y al final estar en posición de ganar el Super Bowl.

En playoffs, Green Bay tuvo éxito ante una defensiva que aún siendo la mejor en la NFL, vino a menos comparada con la del 2013. Nueva Inglaterra hizo lo mismo en el Super Bowl, aunque cabe mencionar que la Legión del Boom no estaba al 100 por ciento físicamente. Al inicio de la agencia libre los huecos no eran muchos y los objetivos eran claros: reforzar a una línea defensiva que no tuvo la rotación de jugadores que la hizo temible el año que fueron campeones y buscar opciones adicionales a la ofensiva.

Y vaya que salieron como un purasangre puntero en la agencia libre al anunciar el canje de Jimmy Graham cediendo a Max Unger y la primera selección del siguiente draft a Nueva Orleáns. Graham es un jugador joven, pero nunca en su carrera en la NFL ha podido jugar una temporada completa. El talento es innegable. En el 2014, en un año considerado por debajo de su nivel, tuvo 85 recepciones para 889 yardas y 10 touchdowns. Su presencia en el terreno de juego abrirá huecos para otros receptores y facilitará el potente ataque terrestre de los Halcones Marinos que recién llegaron a un acuerdo con Marshawn Lynch. Falta todavía un receptor capaz de estirar las defensivas rivales y quedan huecos enormes en el centro de la línea por la salidas de Unger y James Carpenter que firmó con los Jets.

El agente libre más importante hasta el momento, firmado por Seattle, es Ahtyba Rubin, quien durante años fue el ancla de una buena línea defensiva en Cleveland. La línea defensiva de los Halcones Marinos tuvo una baja seria con la lesión de Brandon Mebane, considerado por Dan Quinn, el entonces coordinador defensivo, como el jugador más importante de su esquema. Kevin Williams tomó su lugar, pero jugó fuera de posición. Con el regreso de Mebane y la llegada de Rubin, el centro de la línea defensiva de Seattle volverá a ser formidable.

La defensiva perdió a tres jugadores importantes: Byron Maxwell, O'Brien Schofield y Malcolm Smith, quien fue el jugador más valioso del Super Bowl XLVIII, pero que fue relegado a la banca en el 2014. Por segundo año consecutivo, la Legión del Boom perdió al cuarto integrante del grupo, podríamos decir el equivalente a Ringo Starr. Byron Maxwell recibió un contrato millonario con Filadelfia. Me pareció interesante que Dan Quinn, quien ahora es entrenador en jefe en Atlanta, no mostró interés en firmarlo. Es común que asistentes que ascienden al puesto de entrenador en jefe se lleven jugadores de su antiguo equipo. De hecho, Quinn firmó a Schoefield y a Toni Moeaki en Atlanta, pero no buscó a Maxwell a pesar de que la defensiva de pase de Atlanta, la peor en la NFL en 2014, lo pudo haber utilizado. Seattle llegó a un acuerdo con Cary Williams quien estuvo antes en Baltimore y Filadelfia, pero que nunca ha alcanzado el nivel élite de los que serán sus tres compañeros en la secundaria, Paul McCartney (Earl Thomas), John Lennon (Richard Sherman) y George Harrison (Kam Chancellor) para seguir con la analogía de los Beatles.

Seattle llega al draft con tres detalles pendientes: 1) reforzar una línea ofensiva que en este momento se ve mediocre, 2) encontrar un receptor de primer nivel, 3) desarrollar al esquinero opuesto a Richard Sherman, Williams no tiene el nivel y Tharold Simon fue quemado varias veces en el Super Bowl. Todavía falta firmar a largo plazo a Russell Wilson y Bobby Wagner y eso podría impactar las decisiones por venir. Antes de la contratación de Rubin, tenían cerca de 14.5 millones de espacio para invertir.

Pasando a otros temas de la agencia libre, Chip Kelly ha tomado decisiones drásticas en Filadelfia con el canje de LeSean McCoy, dejando ir a Jeremy Maclin y el traspaso de Nick Foles a San Luis por Sam Bradford. Kelly se la está jugando. Los fans de Filadelfia están preocupados y escépticos con las decisiones tomadas hasta el momento. Kelly, que es el otro entrenador además de Belichick y Carroll que tiene la última palabra en cuestiones de personal, busca comprar una buena defensiva y tener jugadores con comulguen con su filosofía ofensiva. Tiene en este momento a nueve jugadores que estuvieron con él en la universidad de Oregon.

Kelly está apostando a que jugadores talentosos, pero que han sido propensos a lesiones, brillen en su sistema. Además de Bradford, quien ha sufrido lesiones serias de rodilla en los dos últimos años, se suman Kiko Alonso, DeMarco Murray, Ryan Matthews y Walter Thurmond. Firmó a todos estos jugadores a precios de tianguis, por lo que el riesgo económico es bajo. Lo que arriesga Kelly es su futuro en la NFL. A pesar de que sus equipos han terminado con marca de 10-6 en años consecutivos, los fans de Filadelfia no estarán satisfechos a menos de que califiquen a la postemporada.

Los candidatos para la próxima nota: Dallas e Indianápolis. Hasta entonces.