BUENOS AIRES -- Roberto Grau, ex primera línea de Los Pumas, es la nueva historia de #LaOtraCara, en la sección especial de Scrum. El mendocino, que jugó en Francia y dirigió durante tres temporadas al seleccionado de su provincia, se encuentra actualmente alejado de la ovalada y con múltiples emprendimientos.
Está casado y tiene cuatro hijos: tres nenas, de 15, 13 y 11, y un varón de 7 años. Una de esas niñas trae a cuestas una recordada anécdota mundialista. En pleno Mundial de Gales '99, Pato retornó a la Argentina para conocer a la recién nacida. Una suspensión temporal durante la fase de grupos, instancia que Los Pumas no habían superado hasta el momento, posibilitó que pueda estar cerca de la nueva integrante de la familia. "Ángeles, mi segunda hija, fue la que nació durante el Mundial. Ahora ya sabe la historia de mi regreso al país, fue una situación muy particular. Alex Wyllie fue el primero que me dijo 'anda a conocer a tu hija, pero vas a tener que volver en unos días', y así fue". Argentina hizo historia, clasificó por primera vez a la siguiente ronda de una Copa del Mundo, y Grau estuvo presente.
Pero, basta de guindas, tackles y rucks, para el ex jugador. Ahora todo pasa por la cosecha, viñedos, vending, motos, tenis y hasta un champagne propio. Metido en su rol de empresario todo terreno, Roberto describió sus responsabilidades y destacó la empresa de cosechadoras que montó con su padre: "Tenemos seis maquinas, que trabajan las 24 horas. Es un negocio de mucha logística y coordinación, un trabajo de todo el año", afirmó.
- ¿Te agarré ocupado?
- Estoy volviendo de una finca. Hace seis años, cuando volví de Francia, con mí viejo empezamos a comprar maquinas cosechadoras para viñedos. Tenemos una empresa -Aconcau- con la que damos servicio a los productores y bodegas más importantes de la zona. Ahora, estamos preparándonos para una nueva cosecha.
- ¿Es algo que habías planificado en tu época de jugador?
- Es algo netamente familiar, que surgió cuando estaba afuera. Tuve la suerte de conocer a un francés -Patrice Barrere- que se dedicaba a eso y fue quien me interiorizó mucho sobre las maquinas. El tiene una empresa muy grande a nivel mundial y fue de gran aporte en los comienzos, me ayudó mucho.
- ¿Cuál es tu tarea?
- Hago de todo. Salvo en la parte económica, en la que no me meto, todo lo demás lo hago. Tengo contacto con los clientes, manejo la coordinación, el tema con los mecánicos, y también subo a las maquinas y cosecho.
- ¿Qué balance hacés?
- Estamos contentos, tratando de seguir creciendo y trabajar. Es un momento difícil, por que la vitivinicultura está bastante golpeada. Pero fuimos pioneros, empezamos con una maquina y hoy contamos con seis.
- Full time con ese tema...
- A parte de las cosechadoras, tengo una empresa de vending, maquinas expendedoras de café. Eso fue lo primero que hice cuando volví de afuera. Me interioricé en el tema, fuimos creciendo y tenemos varias maquinas, aunque es algo más de invierno. También lanzamos un champagne -Omertá-, con Alberto Porolli, el hooker mendocino de Newman.
- ¿Estás cerca del rugby?
- Poco y nada. Estuve tres años con Federico Méndez entrenando al seleccionado de Mendoza. Empezamos bien, pero no terminamos de la mejor manera. Mendoza venía de pelear el descenso cuando lo tomamos y los dos años siguientes llegamos a semifinales. Son chicos con muchas capacidades, pero que no llegan bien preparados a una instancia así. El último año salvamos la categoría, no llegamos a clasificar a semis, y ahí se terminó mi apuesta con el tema rugby. Me cuesta mucho, porque el torneo Argentino se juega cuando estoy cosechando, es muy difícil.
- ¿Pensás volver?
- No, la verdad que no. Me gusta entrenar, pero no es algo que me apasione. Creo que no hay nada que pueda reemplazar el hecho de entrar a una cancha y estar a un costado no me llena. Encontré otras actividades que me hacen feliz, me gustan más. Soy más productivo en otro lado. Sólo con ir a ver a mi club -Liceo- me alcanza.
- Entre esas actividades, ¿hay deporte?
- Tengo un grupo con el que salimos a andar en moto. Son muchos ex compañeros de Los Pumas, con los que hacemos dos viajes al año y la pasamos muy bien. También juego al tenis. En realidad, trato de jugar al tenis y me divierto con amigos dos o tres veces por semana. Me mantiene entretenido.
- Muchos amigos en el rugby...
- Los chicos del club, mis amigos de toda la vida, la clase 70´, siempre está y nos seguimos juntando una vez al mes. Donde más amigos hice fue en Los Pumas, fueron varios años y una camada grande, que estuvo mucho tiempo. Con este grupo de amigos, es con el que salimos a andar en moto.
- Imagino que tu amigo, Mauro Reggiardo, se sube también a la moto...
- Lamentablemente Mauro esta muy ocupado con Los Pumas, pero estoy seguro de que lo voy a convencer... También me gustaría sumarlo a Rorro, que sé que le gusta andar en moto. Todos los que puedan. La última vez, los recibimos acá con Fede, éramos 25, acampamos y la pasamos muy bien.
- En el staff técnico de Los Pumas hay varios ex compañeros, ¿cómo los ves?
- Los veo muy bien. Les ha tocado una parada muy difícil, porque después del gran Mundial de 2007 se fueron muchos referentes, gente importante, tuvieron que formar prácticamente un equipo nuevo. Hubo varios lesionados en puestos claves. Fueron creciendo y adaptándose a las exigencias del nuevo rugby.