LATROBE -- Ubicados en las colinas que rodean al St. Vincent College, los Pittsburgh Steelers parecen aislados del mundo del fútbol americano para su campamento de entrenamiento. Pero no se equivoquen, ellos escuchan todo.
Por cuanto hace al debate de quién está ganando la AFC Norte, se habla tanto de los campeones defensores del Super Bowl (los Baltimore Ravens) o de un equipo en ascenso (los Cincinnati Bengals). ¿Y los Steelers? Ellos son considerados demasiado viejos a la defensiva y muy jóvenes a la ofensiva.
Si esperan que los Steelers respondan, se equivocan. Ellos han adoptado el papel de no favoritos.
"Cuando pierdes a Mike Wallace, James Harrison y Casey Hampton en un equipo que terminó 8-8, se supone que se debe decir que el equipo está a punto de caer", declaró el apoyador, Larry Foote. "Si yo fuera escritor, escribiría lo mismo. Pero el fútbol americano no se juega detrás de una computadora en una oficina cómoda. Se juega en el campo. [El gerente general] Kevin Colbert no tiene dos Super Bowls por nada y esta organización tiene seis en total. Ellos saben lo que están haciendo. Como jugadores, debemos tomarlo como algo personal".
Un jugador me dijo que este equipo se sentía humillado por el récord 8-8 de la temporada pasada, en especial con las derrotas ante los Oakland Raiders, Tennessee Titans y Cleveland Browns. Sin embargo, la confianza permanece.
Esta defensiva ha terminado las últimas dos temporadas ubicada en el lugar N° 1 de la NFL. El mariscal de campo, Ben Roethlisberger, había ganado 17 de 24 inicios antes de sufrir una delicada lesión en la costilla en noviembre. Y los Steelers no han olvidado que vencieron al eventual campeón del Super Bowl en diciembre con su tercer pasador, Charlie Batch.
Sólo que no esperen que los jugadores de los Steelers hagan publicidad a esos hechos.
"Tenemos puesta nuestra cara de póquer", señaló el ala defensiva, Brett Keisel. "Es una de esas cosas en las que todos estamos conscientes del talento que tenemos y todos somos conscientes de lo que somos capaces. Es cuestión de hacerlo".
La historia está del lado de los Steelers. Las últimas dos ocasiones que los Steelers no terminaron con récord ganador, ganaron la división a la siguiente temporada. Después de que los Steelers terminaron 6-10 en el 2003, se recuperaron para terminar 15-1 en el 2004. Pittsburgh terminó 8-8 en el 2006 pero se recuperaron con una marca 10-6 en el 2007.
"Jugando en Pittsburgh, no terminar 8-8 dos veces", sentenció el esquinero, Ike Taylor.
Así que, ¿qué pasaría si los Steelers terminan 8-8 nuevamente este año?
"Habrá una venta de liquidación", responde. "Todos deben irse".
TRES TEMAS CANDENTES
1. La batalla por el puesto de corredor titular: La única razón por la que esto sigue siendo una batalla es porque Le'Veon Bell no ha podido mantenerse sano este verano. Ha quedado claro que los Steelers quieren que el novato reclutado en la segunda ronda sea el corredor titular. El equipo lo designó como cotitular con Isaac Redman en la lista de profundidad una semana después de que Bell no vio acción en el primer partido de la pretemporada.
El problema es que Bell no puede ganar el puesto estando en las laterales. Agravó una lesión en la rodilla sufrida la semana pasada en la práctica del jueves y está cuestionable para el partido de pretemporada del lunes. La durabilidad no fue estuvo en duda con Bell en Michigan State. A pesar de las lesiones persistentes, lideró a la nación el año pasado con 383 acarreos.
Los Steelers tienen grandes expectativas de que Bell pueda revitalizar su ataque terrestre, algo que Redman y Jonathan Dwyer no pudieron hacer la temporada pasada. Bell encaja a la perfección en el nuevo sistema de bloqueo de zona de los Steelers. Tiene experiencia (jugó en ese sistema repetidamente en la universidad), paciencia y trabajo de pies para sobresalir en el ataque terrestre, donde se encuentra el hueco hace un corte y corre.
"Estamos emocionados con todo pero ahora tiene un par de golpes", expresó el coordinador ofensivo, Todd Haley.
2. Lesiones en la posición de ala cerrada: Heath Miller está en la lista de jugadores físicamente incapacitados para jugar (PUP, por sus siglas en inglés) luego de someterse a una cirugía en el ligamento cruzado anterior hace siete meses, y Matt Spaeth estará fuera de ocho a 10 semanas por una lesión en el pie. Así que, si los Steelers están sin sus dos mejores alas cerradas al igual que los Ravens, ¿por qué no han hecho contrataciones como sus rivales divisionales? Es debido a la confianza de los Steelers en David Paulson, seleccionado en la séptima ronda del draft el año pasado. Ha impresionado al cuerpo de entrenadores con sus habilidades para el balón y sus manos seguras.
"Está jugando detrás del tipo correcto con Heath", indicó Haley. "Y es lo suficientemente inteligente para seguir a Heat y aprender todo lo posible de él. Es alguien con quien estamos emocionados por darle más experiencia".
El fullback, Will Johnson, también puede ser usado como ala cerrada después de mejorar considerablemente como receptor. Además, existe la posibilidad de que Miller pueda volver para el cuarto o quinto partido de la temporada si sigue el plazo de recuperación de Rashard Mendenhall el año pasado.
3. ¿Defensiva engañosa?: Los números dicen que los Steelers terminaron como la defensiva N° 1 de la NFL la temporada pasada. La percepción es que esta no era la mejor defensiva en la NFL.
Pittsburgh permitió la menor cantidad de yardas de la liga la temporada pasada, y nadie estuvo siquiera cerca. Los Steelers permitieron 15 yardas menos por partido que cualquier otro equipo. Sin embargo esta no fue una defensiva que realizara suficientes jugadas grandes. Los Steelers forzaron 20 pérdidas de balón la temporada pasada, sólo siete equipos provocaron menos. Pittsburgh también registró 37 capturas, empatando en el lugar N° 15 de la NFL en ese departamento.
"Nunca había escuchado de una defensiva N° 1 de la que se hablara sobre lo negativo", expresó Foote. "Los últimos dos años, hemos sido la defensiva N° 1 pero nos quedamos cortos. No lo entiendo. Algunas organizaciones nunca han tenido una defensiva N° 1. Siguen lanzándonos piedras. Quieren más pérdidas de balón y más jugadas espectaculares. Vamos a darles lo que quieren".
RAZONES PARA EL OPTIMISMO
Las claves son un vestuario sano y un Roethlisberger sano. De las ocho derrotas de Pittsburgh la temporada pasada, cinco fueron por un gol de campo. Los jugadores creen que reparar un vestuario fracturado ayudará a que este equipo juegue mejor en partidos cerrados, en especial en el último cuarto. La otra parte de la ecuación es asegurarse que Roethlisberger no se lastime, lo que ha sido un problema las últimas dos temporadas. Los Steelers estaban 6-3 antes de la lesión de costilla de Roethlisberger la temporada pasada, su marca fue 2-5 después de la lesión.
RAZONES PARA EL PESIMISMO
Hay dudas acerca de cómo les irá a los Steelers sin el apoyador, James Harrison, y sin el receptor abierto, Mike Wallace. Aunque el nivel de Harrison había comenzado a declinar, él fue la representación de la dureza en esta defensiva durante años. Eso va a ser más difícil de reemplazar que su presencia presionando al pasador, un hueco que puede ser cubierto con el recluta de primera ronda, Jarvis Jones. Algunos no considerarían a Wallace una pérdida importante porque fue una distracción el año pasado. Lo que la gente olvida es que nadie en la plantilla de los Steelers tuvo más yardas recibidas o recepciones de touchdown que Wallace en cada una de las últimas tres temporadas. La falta de profundidad también vuelve vulnerables a los Steelers. Lesiones en la línea ofensiva o en la posición de esquinero serían golpes demoledores.
EN LA MIRA
Por Diego Diezgutiérrez
Pittsburgh sufrió derrotas muy dolorosas el año pasado y quedó al margen de la postemporada por dos situaciones clave: la salud de Roethlisberger y el inconsistente ataque por tierra.
Aunque seis de las ocho derrotas de los Steelers fueron con Big Ben como titular, las tres últimas emanaron de su regreso tras estar fuera durante tres semanas.
El juego terrestre de los Steelers tuvo una rotación discreta con Dwyer y Redman y motivó al corte de Mendenhall y al reclutamiento de Bell.
La urgencia de dar vuelta a la mala campaña en Pittsburgh, surge principalmente de la escapatoria que tuvieron los Ravens hasta el campeonato de Super Bowl y la calidad de contendientes que adquirieron por segundo año consecutivo los Bengals, ambos acérrimos rivales de los Steelers.
Curiosamente, y para mayor consideración en la mentalidad de los agresivos Steelers, lograron superar a Baltimore en la Semana 13 del 2012 con Charlie Batch al frente de la ofensiva.
Roethlisberger reapareció una semana después y dijeron adiós a sus posibilidades de playoffs con tres caídas al hilo. Ser derrotados por los equipos de marca perdedora de Oakland, Tennessee, Cleveland, San Diego y Dallas (en tiempo suplementario), pese a poseer una de las ofensivas más talentosas de la AFC, deberá ser el principal impulso que lleve a Pittsburgh a regresar a la marquesina y alcanzar a sus rivales divisionales en el camino andado el otoño pasado.
Los fánaticos de los Steelers estarán muy pendientes de cuánto afectó a Baltimore el reacomodo de sus piezas titulares para tratar de recobar ese boleto a postemporada en la AFC Norte, previendo que Cincinnati tiene mejor perfil.