Las Black Ferns se impusieron 34-31 ante Inglaterra y se consagraron campeonas del mundo en su casa. Las neozelandesas, que ya habían vencido en cuatro ocasiones a La Rosa, se quedaron con su sexto título mundial y se mantienen lejos como la selección más ganadora del certamen.
Las neozelandesas lograron reponerse a un incómodo arranque ante otra de las candidatas al torneo. Inglaterra supo encontrarse en partido rápidamente y con el try de Ellie Kildune, en una de las llegadas iniciales del partido y la primera de tres conquistas de Emily Cokayne, manejó una ventaja de 14 puntos en el primer cuarto de hora.
Pero aquel gran arranque de las europeas fue frenado por la acción que determinó el destino del resto del partido. A los 17 minutos del encuentro, Inglaterra sufrió la expulsión de Lydia Thompson por un tackle peligroso. Esta situación fue rápidamente aprovechado por las locales que recortaron distancias con el try de Georgia Ponsoby y la conquista de Ayesha Leti-I´iga.
A pesar de este traspié, las inglesas se propusieron evitar un posible vendaval de sus rivales y buscaron nuevamente sacar una ventaja considerable para no sufrirlo más tarde. Las conquistas de Marlie Packer y nuevamente de Emily Cokayne sobre el final de la primera parte volvieron a darle una cómoda ventaja a La Rosa que debió resolver en el entretiempo como manejar la jugadora de menos. O al menos evitar que las Black Ferns exploten esa ventaja.
Pero esto no sucedió para las inglesas, que se encontraron con una Nueva Zelanda renovada y con el momento para buscar el resultado ante su gente. Lo que siguió para las Black Ferns fue un vendaval de tries que las volvieron a poner en partido. El primero de estos llegó desde el vestuario de la mano de Amy Rule. Un minuto más tarde, Stacey Waka hizo lo propio y antes de cumplir los 10 minutos del complemento, Krystal Murray pisó el ingoal para darle a las locales la ventaja por primera vez en el encuentro.
Sin embargo, Inglaterra consiguió encontrar las fuerzas para mantenerse en partido y recurrió nuevamente a Emily Cokayne quien cerró su triplete y le volvió a dar la ventaja a La Rosa, que se dedicó a defender todo lo que pudo durante el resto del partido. Pero la merma física de disputar casi todo el encuentro con una menos terminó por pasarle factura a las europeas que volvieron a sufrir una conquista de Ayesha Leti-I´iga a menos de diez minutos del final para que Nueva Zelanda pase adelante por la mínima.
Con un clima de puro nerviosismo, el resto del encuentro mantuvo dicha diferencia e Inglaterra, apurada por el resultado, tomó protagonismo. Esto se vio hasta en la última jugada en la que La Rosa tuvo un line a pocos metros del ingoal rival. Pero un robo heroico en las alturas le devolvió la posición a las locales para terminar el partido y consagrarse bicampeonas del mundo.
Fue un camino reñido hasta el final. Las Black Ferns consumaron otro gran torneo y se llevaron por sexta vez el mundial, el cual ya lleva ocho ediciones. Luego de vencer a Francia en un ajustado 25-24, las ahora bicampeonas del mundo reditaron la final de la Copa del mundo de Irlanda 2017, en la cual vencieron 41-23 a las inglesas.