World Rugby ha anunciado más detalles de la revisión del proceso de sanción de tarjetas rojas que incluye penalizaciones automáticas fuera del campo de juego para quienes que sean expulsados.
El proceso revisado operará dentro de un programa de pruebas a partir del 1 de julio en los siguientes torneos: el U20 Championship y el Trophy y la Pacific Nations Cup. Su objetivo es promover la coherencia de las sanciones y la comprensión de los aficionados, simplificando un entorno disciplinario que puede ser complejo. Los resultados de las pruebas serán considerados por el Comité Ejecutivo y el Consejo de World Rugby en noviembre.
La prueba cerrada, solicitada por el Comité Ejecutivo de World Rugby, sigue un fuerte deseo del foro Shape of the Game, celebrado en febrero, de revisar los procesos disciplinarios a través del prisma de la audiencia, al tiempo que se reduce la carga administrativa.
Según la prueba, se aplicarán suspensiones automáticas claramente definidas en situaciones de tarjetas rojas que impliquen juego sucio, promoviendo la coherencia de las sanciones para que sean más fáciles de entender sin comprometer el bienestar de los jugadores:
Juego sucio
- Dos semanas automáticas: cuando un jugador ha intentado una acción legal de rugby y/o ha cometido una acción temeraria, pero ha cometido errores mínimos en la técnica o en los tiempos de ejecución juego sucio agravado.
- Cuatro semanas automáticas: cuando un jugador ha cometido una acción altamente imprudente y/o una acción de rugby no legal (tackle sin brazos, sin intención de cerrar el tackle o tackle temerario). Un Comité de Sanciones compuesto por miembros con experiencia en rugby calibrará todas las sanciones de tarjeta roja de una ronda/fin de semana de partidos. No se aplicará ninguna mitigación donde corresponda sanción automática, lo que creará un entorno de coherencia y, al mismo tiempo, facilitará la comprensión del proceso para jugadores y aficionados.
Sobre la base de la aplicación del nuevo marco en casos anteriores, se prevé que aproximadamente el 70% de las infracciones (tarjetas rojas emitidas hasta ahora en 2024) se abordarán mediante sanciones automáticas. Sin embargo, reconociendo que algunos casos pueden ser más graves o complejos, todavía existe la opción de convocar un Comité para determinar la sanción final.
Una audiencia ante un Comité para determinar la sanción: se aplicará a situaciones en las que los hechos, o la intención, no sean inmediatamente aparentes y/o requieran determinación, cuando se requiera información o evidencia adicional, cuando el asunto sea complejo y/o grave, cuando un acto de juego sucio para el cual una suspensión de cuatro semanas podría considerarse demasiado indulgente, insuficiente o inadecuada Las pruebas cerradas, también contarán con la posibilidad de que un jugador con tarjeta roja sea reemplazado por otro jugador después de 20 minutos de juego. Junto con las sanciones automáticas, esto permite un fuerte castigo al individuo, no al juego, manteniendo la competitividad.
La tarjeta roja de 20 minutos fue respaldada luego de examinar comentarios y datos de las pruebas actuales, que demuestran que la cultura del tackle está cambiando en el rugby, con una reducción general de las tarjetas rojas y que las tasas de conmoción cerebrales están estabilizadas. Hubo una reducción del 37% en solicitudes de 'Escuela de Tackle' (aquellas que colaboran para reducir una suspensión del juego después de una sanción) de 2022-23 a 2023-24, mientras que menos del 6% de jugadores a nivel mundial han reincidido.
Junto con un mandato claro para diseñar un proceso que apoye la misión de crecimiento de la audiencia del rugby sin comprometer el bienestar de los jugadores, las pruebas estarán sujetas a una revisión y evaluación detallada a través del prisma del bienestar y la experiencia del rugby.
Principios claves
- El proceso en el campo sigue siendo el mismo: los referís aún pueden otorgar una tarjeta roja directa y se puede recurrir al 'Bunker' para asuntos que cumplan con el umbral de tarjeta amarilla, lo que refleja el compromiso de garantizar el resultado correcto y disuadir el juego sucio.
- Una tarjeta roja sigue significando una tarjeta roja: esto significa que después de 20 minutos, el equipo infractor podrá reemplazar al jugador con tarjeta roja con un suplente disponible, lo que generará más peligro y una mayor competitividad. El castigo se centra en el jugador infractor, no en el juego.
- Las suspensiones significarán lo que dicen ser: los jugadores expulsados por juego sucio peligroso serán sancionados por más tiempo mediante un proceso de sanción automático (sin audiencia). No se aplicará ninguna mitigación sin una apelación.
- El bienestar sigue siendo no negociable: si bien la técnica de tackle ha cambiado significativamente dada la dinámica del bienestar y rendimiento, el proceso de sanción fuera del campo de juego seguirá actuando como un fuerte disuasivo para los jugadores, mientras que se intensificará la educación sobre la técnica de tackle como facilitador del rendimiento.
Fuente: World Rugby.