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La historia del Rugby Seven en los Juegos Olímpicos

Barón Pierre de Coubertin, creador de los Juegos Olímpicos modernos y aficionado al rugby, fue el principal impulsor del ingreso de este deporte en París 1900. Lejos de la globalidad actual, solo participaron tres combinados: Francia, Alemania y Gran Bretaña (estos dos representados por clubes). El local se impuso ante ambos, y la medalla plateada ni siquiera se disputó.

En Londres 1908 hubo continuidad, y Australasia (Australia y Nueva Zelanda) fue campeón al derrotar a un combinado del condado de Cornualles que representó a Gran Bretaña.

Tras quedar fuera de Estocolmo 1912, volvieron en Amberes 1920 y París 1924, ambos con medallas doradas de Estados Unidos, para luego quedar fuera de los Juegos Olímpicos por unos largos 92 años.

La tan esperada vuelta fue en Río 2016, pero los cambios eran notorios. El formato de Seven se impuso, y ya el torneo no era solo para hombres, sino que también incluía a las mujeres. En tierras brasileñas, Australia se quedó con el primer lugar en la rama femenina, mientras que Fiji fue campeón en masculino, obteniendo la primera dorada de la historia de su país.

En Tokio 2020 siguió el show del rugby. Con un Circuito Mundial cada vez más afianzado y global, el espectáculo estuvo garantizado. Las chicas de Nueva Zelanda festejaron, y Fiji repitió el título masculino.