“Fue sólo otro scrum, luego tres crujidos: pop, pop, pop”. Con esas palabras describió su lesión Steven Kitshoff, sin saber en ese momento que estuvo muy cerca que ocurra una fatalidad. Todo el rugby, en Disney+.
Es que el jugador de los Springboks continuó jugando normalmente, pero luego de un tiempo, comenzó a sentir dolores de cabeza y mareos que lo pusieron en alerta. “Hoy lo sé: estuve a dos milímetros de una catástrofe, de mi muerte. Lo primero que me dijo el especialista fue: 'Tenés suerte de que no te enterramos en una semana'. Porque la vértebra que se desplazó está muy cerca de mi canal cerebral", expresó describiendo la gravedad de la situación.
Actualmente, y tras la compleja operación a la que se sometió, el bicampeón del mundo tiene un futuro incierto. El pilar aseguró que “veré al especialista en enero para evaluar mi recuperación. Si mi cuello aguanta, lo haré, y si tengo que retirarme, estaré satisfecho. Pero aún no he terminado: siempre he sido un guerrero para mi equipo".