Carlos Alcaraz está llevando el número 1 del mundo con una madurez envidiable para sus cortos 20 años. Luego de su victoria ante Nicolás Jarry por 6-3, 6-7 (6), 6-3 y 7-5, se metió entre los 16 mejores de Wimbledon, al igual que en 2022, pero esta vez con la certeza de que su sueño es bien grande. "Obviamente mi sueño es jugar una final aquí. Y mucho mejor sería con Novak (por Djokovic)", admitió en la conferencia de prensa, tras el partido.
A Carlitos cada vez le pesa menos la presión de ser un jugador top del circuito y empieza a disfrutar de jugar en la Cancha Central de Wimbledon, como si fuera un tenista experimentado. "Miré muchísimos videos y partidos de leyendas jugando en este court. Sabiendo que voy a estar en la historia, en los libros, jugar aquí es algo que nunca olvidaré", analizó el número 1 del mundo.
El pase a la segunda semana también significó que Daniil Medvedev no tenga chances de arrebatarle el primer puesto del escalafón al murciano, un lugar que de a poco se va acostumbrando a tener a pesar de su corta edad. "No me sorprende honestamente porque conozco mis habilidades. Sé de lo que soy capaz y trabajé muy duro para llegar a esa posición", opinó al respecto.
Lo cierto es que, a medida que pasa el tiempo, se acerca cada vez más la chance de tener una épica final entre Alcaraz y Djokovic en un Grand Slam. Wimbledon podría ser la primera vez. "No solo los fans de tenis esperan esa final, los fans del deporte la quieren. Yo, por lo pronto, pienso honestamente que tengo tres rondas por delante y estoy enfocado en el próximo partido", trajo calma el español. Una calma que hoy lo pone en el centro de la escena y como uno de los grandes favoritos a quedarse con The Championship.