Aparece a la hora que más pulso se necesita. Novak Djokovic, N°2 del mundo, en su duelo de semifinales contra Jannik Sinner (8°) en Wimbledon, mostró nuevamente su mentalidad muy firme y logró hacer diferencia en los momentos clave.
El mejor Djokovic sigue apareciendo, fiel a su estilo, en los momentos decisivos, cuando más calma se requiere. El mejor ejemplo se dio en el último game del primer set, con el servicio del serbio.
Djokovic, dueño del récord masculino de 23 títulos de Grand Slam, pasó del 0-15 y llevarse el juego y ese primer set, siempre tan valioso. ¿Cómo lo hizo? Muy sencillo para él, aún tratándose de un jugador que no tiene en su saque a su arma principal, pero conectó tres aces y el cuarto punto lo ganó con otro directo del servicio.
Djokovic, que busca igualar la marca máxima de títulos en el Major en el césped de Londres, de ocho en poder del suizo Roger Federer, volvió a dejar en claro su mente de hierro, siendo letal a la hora de la verdad.
Por eso mismo, el serbio es un campeón cabal. Por eso, tiene gran efectividad en los grandes torneos y hace la diferencia en esos instantes cruciales, decisivos, cuando más se necesita tener frialdad, determinación y precisión.
Otro ejemplo rotundo se dio en ese primer set, cuando Sinner dispuso de tres oportunidades de quiebre y no supo ni pudo aprovecharlas, en tanto que Djokovic logró la rotura en su única chance.