Novak Djokovic (2º del ranking ATP) y Ben Shelton (47º) se sacaron chispas en Flushing Meadows. Una semifinal picante, con miradas, gestos y gritos desafiantes. De uno y otro. Pero lo más polémico llegó al final: el serbio se quedó con el partido y lo celebró emulando el característico festejo del teléfono del estadounidense.
Cortó la llamada y se metió en la final del US Open. Djokovic se molestó desde el comienzo con el joven de 20 años que, apoyado por el público local, quería convertirse en el primer campeón norteamericano en la gran cita de Nueva York desde lo hecho por Andy Roddick en 2003, hoy presente en el estadio.
El serbio entendió que Shelton celebraba sus errores y se originó una disputa que mantuvo en vilo a los espectadores. La primera controversia ocurrió en el primer set cuando Djokovic sacaba 5-3 y quedó 30-40 a causa de un yerro. La euforia en el festejo del atrevido Ben provocó la ira de Nole que acto seguido, tras salvar el break point y cerrar la manga por 6-3, clavó su mirada en él en una clara muestra de venganza.
El resto del compromiso se desarrolló sin demasiados intercambios pero lo cierto es que se respiraba un ambiente hostil y muy tenso bajo el techo del Arthur Ashe. La relación entre ellos pendía de un hilo y se cristalizó en el punto decisivo. Nole, 16 años mayor que Shelton, le cortó el rostro a su rival imitando su distintivo festejo y apenas se dieron la mano en la red sin siquiera mirarse a los ojos.
Novak Djokovic accedió a su décima final del Abierto de los Estados Unidos, la 36º de Grand Slam y buscará conquistar el Major 24 de su carrera, cifra que lo empataría con la ex tenista australiana Margaret Court y lo convertiría en el máximo ganador de trofeos grandes.
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