<
>

El gran gesto de Djokovic con Dimitrov en la final de París

Novak Djokovic (N°1 del ranking ATP) cerró su semana en París a lo grande. En la definición del último Masters 1000 del año derrotó a Grigor Dimitrov (17°) por 6-4 y 6-3 después de una hora y 38 minutos de partido. Una vez terminado el encuentro, la emoción abordó al búlgaro y el serbio protagonizó un momento de máxima deportividad.

Juego, set y campeonato... Llegó el momento de la celebración de Novak Djokovic luego del sólido triunfo que consiguió sobre Grigor Dimitrov en la definición del Masters 1000 de París. El búlgaro pisaba esa instancia en un evento de tal categoría por primera vez en seis años. En 2017, año en el que vivió una de sus mejores temporadas como profesional, alzó su primer y único M1000 en Cincinnati. Más tarde, ganaba las ATP Finals y celebraba su mejor ubicación histórica como el 3° del mundo.

Tal vez ese contexto se cruzó por su mente en el momento en el que terminó el partido ante el serbio en París-Bercy. Minutos después, en su silla, se cubrió con una toalla y comenzó a llorar. Levantó la cabeza en algunas ocasiones, conmovido por el apoyo del público francés y luego recibió a Novak Djokovic, quien, cálidamente, se acercó a darle un abrazo.

"Es difícil explicar las emociones. Quieres el título y es complicado cuando las cosas no suceden. Solo yo sé, sin sentir lástima por mí, lo que he tenido que atravesar en los últimos meses dentro y fuera de la cancha. Esas lágrimas son de felicidad. No quiero recordarlo como algo negativo. Después de todo, soy humano. Estuve muy cerca que conseguir algo que quiero desde hace mucho tiempo. Mi objetivo no era ganar este torneo pero tiene que ver con algo mental y físico. No me avergüenza llorar, simplemente sucedió", explicó posteriormente el búlgaro de 32 años.