Corría el segundo set y las cosas iban cada vez más complicadas para Andrey Rublev, que no le encontraba la vuelta a Carlos Alcaraz en el segundo duelo del Grupo Rojo de las ATP Finals. Y en pleno partido, tuvo una actitud tan insólita como inédita.
Apenas iniciada la segunda manga, el español ganó un punto increíble, mitad por una mano distinta y mitad por algo de fortuna. Esto de alguna manera alteró al ruso, que rompió una raqueta y al perder el game inició su show.
¿Qué hizo? Comenzó a pegarse con su nueva raqueta en la rodilla mientras caminaba hacia el banco para el cambio de lado. Raquetas destrozadas se ven frecuentemente, más de un tenista temperamental como él, pero esta decisión de golpearse a sí mismo sorprendió a todos en Turín. De hecho, luego se lo pudo ver sentado en el banco con la pierna cortada producto del impacto.
Luego, Alcaraz se terminó llevando la victoria por 7-5 y 6-2 para dar un paso importante, mientras que el ruso vio esfumadas sus posibilidades de meterse en semifinales al perder los dos partidos jugados.
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