Es evidente que Francisco Cerúndolo no arrancó el año como quería. Derrotas consecutivas en los estrenos de Hong Kong (vs. Roberto Bautista), Auckland (vs. Alexandre Muller) y la reciente exhibición de Kooyong (vs. Dominic Thiem) sin siquiera cosechar sets dista mucho de lo que puede dar.
Y sorprende porque produjo consistentemente resultados positivos y demostró mejoras en todas las superficies en 2022 y 2023. Esta notable actuación le valió dos títulos ATP, un par de logros significativos a nivel Masters 1000 y el puesto 19, el más alto de su carrera.
Pero es hora de dar vuelta la página o, mejor dicho, empezar a escribir la hoja 2024 justamente en el Abierto de Australia. Dane Sweeny, jugador surgido de la clasificación, puede ser el puntapié inicial en el primer Grand Slam del año. El australiano es 257° en el escalafón mundial y tiene apenas cinco partidos a nivel profesional (récord de 2-3).
El argentino mejor clasificado no obtuvo victorias en el cuadro principal de eventos de Grand Slam antes de 2023, pero el año pasado resultó ser un gran éxito para él a este nivel. Superó con éxito el obstáculo de la primera ronda en los cuatro torneos de Grand Slam a lo largo de la temporada, llegando a la tercera ronda en el Abierto de Australia y a los octavos de final en el Abierto de Francia.
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