Los últimos días de Nadia Podoroska (84° del ranking mundial) han dio un sube y bajas de emociones. En primera instancia, la argentina quedó eliminada en la segunda ronda de la qualy del WTA 1000 de Indian Wells, pero gracias a la baja de Paula Badosa (73°), ingresó al cuadro principal y aprovechó al máximo la oportunidad.
En su debut en el Main Draw, fue de menos a más y se quedó con el triunfo ante la joven local de 19 años, Ashlyn Krueger (71°). Tras haber cedido el primer parcial por 6-3, se recuperó a tiempo y se llevó los otros dos por el mismo resultado, en un partido muy cambiante, que desde la mitad de la segunda manga, tuvo a la argentina como la dominadora.
Ese lapso del partido, se caracterizó por la gran cantidad de errores que comenzó a acumular la estadounidense, situación que Podoroska llevó a cabo a la perfección. Pese a haber arrancado el último set con un quiebre en su contra, no perdió la compostura y supo seguir imponiendo condiciones para cerrar el cotejo.
Claro, este no fue un triunfo cualquiera para la rosarina por la gran carga emotiva que tuvo. Tras un comienzo de año en el que apenas había ganado un partido, selló un triunfo más que especial, ya que fue el primero en un evento WTA 1000 luego de tres años. La última vez que la argentina había ganado en un torneo de esta clase, había sido en Montreal 2021, cuando venció en primera ronda a Magda Linette.
No será sencillo el próximo desafío de Podoroska en Indian Wells, ya que del otro lado de la red estará la kazaja Elena Rybakina, la número 4 del ranking mundial.
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