Luego de un irregular inicio de temporada, el tenista griego Stefanos Tsitsipas (12°) encontró su redención este domingo en Monte-Carlo, donde se consagró por tercera vez al derrotar 6-1 y 6-4 al noruego Casper Ruud (10°), y recuperar su privilegiada posición en el Top-10.
Gracias a su arrollador desempeño durante la semana, el ex número 3 del mundo, de 25 años, levantó su undécimo título en el circuito, primero desde agosto de 2023, cuando se proclamó en Los Cabos, para inaugurar su palmarés en el actual calendario, recuperándose de algunas sorpresivas derrotas como en octavos de final en Indian Wells y en el Abierto Australia, así como en segunda ronda en Miami, que lo forzaron a abandonar las 10 posiciones principales del ranking por primera vez desde marzo de 2019.
Tras conectar su potente derecha sobre el polvo de ladrillo monegasco, que sentencaría el pleito en 96 minutos de peloteo, el dos veces finalista en torneos Grand Slam no ocultaría sus emociones, mostrándose incrédulo y sonriente en el comienzo, festejando y abrazándose con su grupo de trabajo, hasta sentarse solitariamente en el banco, momento en que haría el click, se tomaría la cabeza y entraría en un mar de lágrimas, rememoranzo los complicados momentos que atravesó en el máximo nivel a lo largo de los pasados meses.
En consecuencia, el campeón de las ATP Finals 2019, quien ascenderá hasta el séptimo escalafón del ordenamiento, se acercaría para realizar la tradicional firma en el lente de la cámara, dejando una lúcida e interesante reflexión al sentenciar "el destino favorece a los valientes".
El Masters 1000 de Monte-Carlo puede seguirse en vivo a través de STAR+.