Los Burruchaga tienen un hilo rojo con Francia. Ese hilo invisible que conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias.
Jorge Luis fue un futbolista (campeón del mundo en México 1986) híper reconocido y Román, tenista, acaba de obtener su primer pasaje al main draw de un Grand Slam. Ni más ni menos que Roland Garros.
En su primera campaña en el fútbol francés el más grande de los reconocidos Burruchaga obtuvo el Trofeo al Mejor Jugador Extranjero de la Liga 1985-1986. En el fútbol francés jugó para el Nantes y totalizó 140 partidos con 27 goles; y luego en el Valenciennes 32 más con 10 goles.
De 22 años y disfrutando de su mejor posición en el ranking (145° d la ATP), Román cosecha lo que sembró hace mucho. Cuando se decidió por el deporte de la raqueta. En febrero de este mismo año tuvo un inolvidable debut como profesional. En Córdoba (otra plaza especial para la familia), tras superar los dos partidos de la clasificación, derrotó a Diego Schwartzman por 6-1, 4-6 y 6-4. Luego cayó en los octavos de final ante el alemán Yannick Hanfmann. Pero la semilla estaba.
Sólo había jugado la clasificación de un Grand Slam (en enero, en Australia), pero no había podido superar la primera ronda. En Paris lo logró. Ahora se encuentra ante una chance estupenda en su carrera. La primera de tantas. Porque es como haber llegado a Primera...