Carlos Alcaraz (3º del ranking ATP) llegó a este deporte para seguir escribiendo la historia del tenis español a lo grande. Esta vez se impuso ante el alemán Alexander Zverev (4º) por 6-3, 2-6, 5-7, 6-1 y 6-2 para consagrarse campeón de Roland Garros por primera vez.
Probablemente este sea el comienzo de un legado que su propio legendario compatriota Rafael Nadal (275°) ya cedió para que una nueva joven estrella comience a brilla en París, donde se convirtó en el primer jugador de su país, sacando al zurdo manacorí, en coronarse luego de lo hecho por su propio entrenador, Juan Carlos Ferrero, el cual se proclamó en 2003 al superar al neerlandés Martin Verkerk.
Parece que el mismo "Mosquito" le dio las claves para brillar en el polvo de ladrillo francés y delegarle así, toda la sabiduría del maestro al aplicado alumno, de solo 21 años, que también se transformó en el tercero de su nacionalidad que levanta al menos tres títulos Majors, sumándose a una exclusiva lista compuesta por "La Fiera" con 22 y Manuel Santana con cuatro, aunque tres durante la era amateur.
Como si no fuese suficiente, el potente murciano es el décimo jugador español, octavo hombre, en ganar este certamen, emulando a sus coterráneos Nadal, Santana, Ferrero, Sergi Bruguera, Andrés Gimeno, Carlos Moyá, Albert Costa, Arantxa Sánchez Vicario y Garbiñe Muguruza.