Pese a un game inicial que auguraba una batalla inolvidable, el tenista español Carlos Alcaraz (3°) inclinó contundentemente la cancha a su favor este domingo en la final de Wimbledon, imponiendo su talento y capacidad física para opacar a la leyenda serbia Novak Djokovic (2°), que postergó su octava coronación al caer 6-2, 6-2 y 7-6 (4) en dos horas y 27 minutos.
Encolumnado en su servicio, el cual cedió tan solo en una oportunidad, justamente en la última manga para desaprovechar tres match points, el pupilo de Juan Carlos Ferrero borró de la court central al histórico balcánico, quien tan solo atinó a una tímida reacción en el tercer parcial, forzando un tie-break que no sería suficiente para ilusionarse con una posible remontada.
Asegurando el 84% de puntos jugados con su primer saque, el murciano, de 21 años y ahora dueño de 15 títulos, cuatro en torneos Grand Slam, construyó su categórica victoria, encolumnada en su juventud y vitalidad, al igual que recientemente en Roland Garros, marcando su supremacía en cada aspecto del juego, tal como puntos totales (109 vs. 87), winners (42 vs. 26), errores no forzados (24 vs. 25), break points concretados (5/14 vs. 1/3) y distancia recorrida (14.1 vs. 13.4 metros).
De esta manera, el ex número 1 del mundo, que sueña con arrebatarle la cima al italiano Jannik Sinner (1°) y se convirtió en apenas el sexto jugador que se corona en Roland Garros y en el césped londinense en el mismo calendario, extendiendo la inusual temporada de 'Nole', concluyó un triunfo con todas las letras para confirmar que está completamente decidido a romper todas las marcas existentes.
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