Verlo jugar a Carlos Alcaraz (3º del ranking ATP) siempre vale la pena. En cualquier punto del planeta y ante cualquier jugador. Eso lo sabe hasta un fanático ocasional. Pero si es una final contra Jannik Sinner (1º), mejor aún.
El carismático Carlitos corre el límite de las posibilidades dentro de una cancha. Pero en este caso, lo espectacular de Alcaraz fue su remontada.
Cuando parecía que el partido se decidía a favor del italiano, con el 3-0 en el tiebreak del set definitorio, el murciano logró ganar siete puntos consecutivos para ganarlo por 7-3. La hazaña se vuelve aún mayor teniendo en cuenta el bestial récord de Sinner en tiebreaks durante este año.
De esta manera, se quedó con el título del ATP 500 de Beijing por 6-7 (8), 6-4 y 7-6 (3). El ex Nº1 suma otro partido a su favor en el historial de la nueva gran rivalidad del tenis, que ahora está 6-4 a favor del español.