Holger Rune (14° ATP) es conocido en el circuito por todo su talento, pero también por su particular carácter, que muchas veces lo traiciona y lo hace explotar en la cancha.
El Masters 1000 de Shanghai no fue la excepción y el danés protagonizó un curioso cruce con su madre Aneke, quien lo acompaña durante los torneos, en el triunfo ante Matteo Berrettini (44°) por la segunda ronda del torneo.
Transcurría el tercer set y Rune estaba 4-3 y ventaja con el saque de Berrettini, cuando Aneke le dijo que se prepare para recibir abierto. Le hizo caso y hasta adivinó el servicio del romano, pero no pudo contrarrestarlo por la potencia que llevaba.
Tras la acción, miró a su madre y le hizo gestos de enojo, pese a que estuvo "correcta" la indicación de donde situarse ante el saque rival.