Alex de Miñaur (10º del ranking mundial) ya está en cuartos de final del Masters 1000 de París. Pero su victoria ante Jack Draper (15º) por 5-7, 6-2 y 6-3 no es el único motivo para celebrar.
Además de ser uno de los ocho tenistas que se mantienen en un cuadro tan importante, este triunfo tiene un sabor especial. En estos momentos, cada partido cuenta para llegar a Turín, sede de las finales ATP. El australiano aprovechó sus chances y, por el momento, se mete dentro de la carrera en el último lugar. El perjudicado es el ruso Andrey Rublev, que acotó sus posibilidades cuando cayó en su debut frente al argentino Francisco Cerúndolo.
Otros logros también puede anotarse el tenista de 25 años. Por un lado, cortar la buena racha a Draper, porque el británico venía de ser campeón en el ATP de Viena y de ganarle a Taylor Fritz (5º) en este certamen. Además, era quien lo eliminó de los cuartos de final del US Open. Y por último, cerrar de excelente manera una temporada que tuvo un duro golpe cuando se lesionó gravemente en Wimbledon.