Cameron Norrie lo gritó bien fuerte y no porque su rival era Corentin Moutet, que además de local festejaba cada uno de sus puntos que vehemencia, sino porque es su regreso a una final ATP desde febrero de 2023.
El británico ha roto su mala racha en Metz. Después de cuatro derrotas seguidas y de perder en primera ronda en los torneos de Estocolmo, Viena y París, acumula ya cuatro triunfos en el torneo francés que lo pusieron de cara su primera definición del año.
Fue 6-2 y 7-6 (5) en poco más de una hora y media de juego que lo llevan a ser el "niño bonito" del día. Alcanzó su 15ª final profesional. Ni más ni menos.
El inglés, que vuelve al Top 50, se enfrentará en la final a Michelsen o Bonzi para intentar salvar su temporada.