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El 2024 de Nadal: el final de un camino de gloria

No fue un año más. Pero por el final más que por el camino. El 2024 de Rafael Nadal marca y marcó el epílogo de un carrera regada de gloria.

Siete competiciones totales después de un 2023 en el que hubo una y otra "maldita" lesión. De Brisbane salió en enero con otra dolencia y las renuncias a torneos previstos volvieron a su almanaque. Puso el ojo en el polvo de ladrillo, su hábitat natural, la que le dio gran parte de lo que es. Del Conde de Godó se fue superado en segunda ronda; en la Caja Mágica, en octavos; Roma y Roland Garros out en primera ronda. Atípico para quien nunca lo vivió. Ni en sus inicios.

París y los Juegos Olímpicos, en Roland Garros, podía ser la prueba definitiva. La soñada. La que "el dueño de casa" podía anhelar. Los pasos por cada evento eran en sí mismos una despedida. El público tenía más asumida la marcha de su ídolo que el propio jugador.

Nadal "se agarró a la Ciudad Luz". A la magia de la Philippe Chatrier. Al parisino medio que lo arropó en cada batalla de las suyas. Perdió en segunda ronda de singles contra Djokovic, a la postre el campeón. En dobles, con Carlos Alcaraz, era una oportunidad de legado y toma de posta pero tampoco hubo épica acompañado. Se marcharon en cuartos, a un paso de la lucha por las medallas contra los estadounidenses Austin Krajicec y Rafeev Ram.

No quiso hablar de despedida allí y dejó a todos en lista de espera. No volvió a competir. Cuatro meses después interrumpidos por la exhibición de los petrodólares y jeques árabes llamada Six Kings Slam.

Fueron diecinueve partidos antes de las Finales de la Davis. Siete torneos, doce victorias y siete partidos perdidos. A pesar de la final alcanzada en Bastad, en Suecia, batido por el portugués Nuno Borges en la búsqueda del título, no encontraba positivismo en su juego.

Confirmó presencia con el equipo español de Copa Davis y se preparó para ello. En Málaga, en busca de un título más, el sexto con el equipo nacional. Anunció en un video el momento exacto en que empezó la cuenta atrás. El principio del fin.

No fue el final esperado o sí. Agradeció a los cuatro vientos y nunca pensó en el resultado. Ese que lo tiene y lo tuvo como ganador por siempre. Catorce títulos en Roland Garros con 92 trofeos en su mochila más los obtenidos en la Copa Davis, 209 semanas como número uno y dos medallas de oro olímpicas más el reconocimiento eterno de pares y fans. No necesita más ni mucho menos.