La consagración de Carlos Alcaraz en el Masters 1000 de Monte-Carlo significa mucho más que un nuevo trofeo en su vitrina. Luego de la actuación frente a Lorenzo Musetti, el ex N°1 del mundo abrió su corazón, contó que atravesó dificultades en el último mes y agradeció especialmente a las personas que estuvieron a su lado en esos momentos.
"Lo que se me pasa ahora mismo por la cabeza es mi familia y la gente cercana que tengo. Ha sido un mes bastante complicado para mí después de Miami. Fue un mes difícil de gestionar todo lo que estaba pasando y de enfocarme en lo importante", contó el tenista de 21 años luego del triunfo por 3-6, 6-1 y 6-0 sobre el italiano.
"Venir a Monte-Carlo después de una semana de entrenamiento en casa y haber solventado los problemas que han venido, me pone contento. Disfruté esta semana como hacía tiempo no disfrutaba", reveló.
Minutos después, durante la ceremonia de premiación en la que levantó el decimoctavo título de su carrera, se dirigió nuevamente a sus seres queridos.
"A mi equipo... No tengo palabras para expresar mi agradecimiento por el gran trabajo y por todo. Por ser mi equipo, tanto en el ámbito profesional como familiar, porque siento que somos como una familia".
"Hemos pasado por un momento difícil en el último mes. Siempre hemos estado juntos, muy unidos. Siguiendo el buen camino y logrando grandes cosas. Quiero darles las gracias por todo. Me hicieron permanecer aquí y ganar este torneo. Quiero darles las gracias. Amo a la gente que está aquí y también a la gente que me apoya en casa", cerró.
Pese a que no ahondó en detalles sobre las dificultades que atravesó en marzo, días atrás había declarado que sin Jannik Sinner en el circuito, la presión "lo mató".
"Mucha gente me pidió, y me pide, que aproveche esta ausencia de Jannik para volver a la cima. Y esta presión probablemente me mató, en cierto modo. Aunque no juegue, estoy demasiado lejos de él".