No todo lo que brilla es oro, y pareciera ser que para Solana Sierra (101ª del ranking WTA) el fastidio y el mal momento tenístico le jugaron una mala pasada en Wimbledon ante Cristina Bucsa (102ª).
Si bien su duelo de tercera ronda había arranca viento en popa con un sólido 7-5, los problemas comenzaron en el inicio de la segunda manga, cuando la española empezó a jugar su buen tenis. Allí la argentina no encontró lo que atesoró en todo el certamen desde la qualy, ya sea los buenos golpes, pocos errores y una gran firmeza mental. El 4-1 en su contra le trajo desesperación y muchos problemas.
Ante el 1-4 del segundo set, la argentina descargó su frustración y pagó las consecuencias.
Esos problemas los desahogó con un golpe en la raqueta, primero con su mano y después un intento de patearla en el césped que terminó siendo fallido. Pero lo grave para la marplatense surgió en ese golpe que le dio con la mano derecha, lo que le produjo un fuerte dolor en uno de sus dedos y no le permitía agarrar el elemento de trabajo.
De este modo, la verduga de la australiana Olivia Gadecki (103ª) y la local Katie Boulter (43ª) en las rondas anteriores tuvo que frenar el juego en el 4-1 del segundo set y pedir Medical Time Out para que se lo venden y pueda continuar luchando en busca del pase a los octavos de final.
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