Venus Williams (601ª de la WTA) no pudo dar el batacazo y cayó en la primera ronda del US Open 2025. La estadounidense de 45 años alcanzó la imponente cifra de 25 apariciones en el main draw del torneo en Flushing Meadows y su partido número 101 (79-22). ¿Habrá sido la última?
“Mi objetivo es hacer lo que quiero hacer. Quería estar aquí así que le estoy muy agradecida a la gente que me dio esta invitación. Podrían haberme dicho: ‘Oye, estuviste mucho tiempo fuera, no has ganado casi partidos en los últimos años’. Lo cierto es que no tuve suerte con mi salud y las lesiones, pero sigue habiendo gente que cree en mí en los torneos. Estoy agradecida por tener esta oportunidad de volver a golpear la pelota. El tenis sigue siendo muy emocionante, es muy divertido salir ahí fuera y golpear tan fuerte como puedas, soy feliz cuanto más fuerte golpeo", describió tras el 6-3, 2-6 y 6-1 con Karolina Muchova (13ª).
La californiana disputó solo tres torneos en este 2025. Sus otras actuaciones fueron en Washington y Cincinnati, eventos que culminó con un balance de una victoria (Peyton Stearns) y dos derrotas (Magdalena Frech y Jessica Bouzas Maneiro). "¿Hay algún torneo más en Estados Unidos hasta final de temporada? ¿Alguien puede mover un torneo hasta aquí? No sé si estoy dispuesta a viajar tan lejos para jugar en esta etapa de mi carrera”, confesó sobre lo que viene en el año.
En el certamen que se disputa en Nueva York, logró salir campeona en el 2000, luego de vencer en la final a Lindsay Davenport, y en el 2001, al derrotar en el partido decisivo a su hermana Serena. Además, fue finalista en las ediciones de 1997 (perdió con Martina Hingis) y 2002 (cayó ante Serena). De aquellas noches de gloria le queda lo mismo que le dieron en esta oportunidad: “Las luces son muy brillantes ahí fuera. Creo que jamás había tenido a tanta gente de mi lado. Cuando perdí esos dos primeros juegos, todavía estaban ahí conmigo en cada punto. No importaba que estuviera perdiendo o empezara un poco más lento a encontrar mi ritmo, siempre estuvieron ahí conmigo, lo cual se siente genial. Al entrar al estadio sabía que la gente estaría ahí, sobre todo la gente de Estados Unidos, los que realmente me apoyan, así que fue fantástico. Es genial cuando sientes ese tipo de apoyo”.
A medida que llegaba el final de la conferencia de prensa se hacía más complicado contener la emoción y cuando se le preguntó qué se había demostrado a sí misma, la verdadera vulnerabilidad brotó por sus ojos: "Creo que para mí volver a la cancha se trató de darme la oportunidad de jugar de forma más saludable. Cuando juegas de forma poco saludable, lo tienes en la mente. No solo se trata de cómo te sientes. También te quedas atascada en la mente. Así que... (llorando) fue agradable ser más libre".
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