Han pasado más de dos años desde la última aparición en cancha de la jugadora estadounidense Alison Riske-Amritraj, de ahora 35 años y madre de la pequeña Calen.
En julio de 2023, la que fuera N°18 del ranking WTA disputó su último partido en Wimbledon 2023, enfrentándose a Paula Badosa. Desde ese encuentro acabó despareciendo de los radares, dedicándose a otras pasiones.
En los últimos días, la estadounidense irrumpió de repente en la red social “X” con un vídeo-actualización sobre su vida privada y un posible regreso al mundo del tenis: “Algunas personas me han preguntado si volveré a jugar al tenis. Tengo un ranking protegido, pero en este momento no puedo responder a esa pregunta. No estoy completamente segura. Mi último partido fue en Wimbledon en 2023 y, desafortunadamente, mi padre falleció en marzo del mismo año. Tenía que estar con mi familia, hacer otras cosas. Desaparecí intencionadamente, por así decirlo”, rescató Ubitennis.
“Mi marido y yo nos mudamos a Charleston, Carolina del Sur, y empezamos a restaurar nuestra casa de 1850” dijo quien fue parte del equipo de Estados Unidos que se coronó campeón de la Fed Cup en 2017.
Es una decisión consciente por parte de la estadounidense, decidida a explorar una pasión. “Obviamente el tenis sigue estando en el centro de mi vida". Hoy, se reserva aún una mínima posibilidad de volver a jugar, sin hacer promesas. Dueña de tres títulos WTA, su mejor resultado en un Grand Slam fue alcanzar los cuartos de final en Wimbledon 2019.
"Me ha dado literalmente todo mi mundo, así que me encanta ver este deporte y comentarlo cuando tengo la oportunidad. Creo que por encima de todas estas cosas, lo que más me ha gustado es ser mamá. Calen tiene casi 16 meses y es la alegría de nuestra vida y lo mejor que nos ha pasado”, aclaró.
